Análisis:COYUNTURA INTERNACIONAL

Déficit y tipos

El Senado estadounidense daba luz verde esta semana al paquete de estímulo fiscal de 350.000 millones de dólares durante 10 años -la mitad del inicialmente planteado por la Administración-, con que se pretende colocar a la economía en una senda de clara recuperación y creación de empleo. Lejos de tensionarse, los tipos de interés en dólares han continuado registrando presiones adicionales a la baja, situándose el bono de 10 años en las cercanías del 3,50%, y rompiendo con la teoría convencional según la cual mayores déficit públicos llevarían aparejadas presiones alcistas sobre los tipos largo...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El Senado estadounidense daba luz verde esta semana al paquete de estímulo fiscal de 350.000 millones de dólares durante 10 años -la mitad del inicialmente planteado por la Administración-, con que se pretende colocar a la economía en una senda de clara recuperación y creación de empleo. Lejos de tensionarse, los tipos de interés en dólares han continuado registrando presiones adicionales a la baja, situándose el bono de 10 años en las cercanías del 3,50%, y rompiendo con la teoría convencional según la cual mayores déficit públicos llevarían aparejadas presiones alcistas sobre los tipos largos.

En este sentido, un reciente estudio empírico de la Reserva Federal pone de manifiesto cómo, depurando los efectos cíclicos, cada punto porcentual adicional de déficit público sobre el producto interior bruto (PIB) produce un desplazamiento al alza de un cuarto de punto sobre los tipos largos. Con dicho modelo estimado, el nuevo paquete fiscal anunciado podría tener un impacto alcista sobre los tipos de crucero entre medio y un punto porcentual.

El nuevo paquete fiscal de EE UU podría tener un impacto alcista sobre los tipos 'de crucero' entre medio y un punto porcentual

La aparente contradicción entre esa respuesta teórica y la registrada por los mercados, justamente de signo contrario, hay que enmarcarla en el peso mucho mayor que actualmente tienen, sobre los tipos de mercado, las dudas sobre el ciclo económico, y en particular que el mismo pueda verse contaminado por una situación de deflación, riesgo al que se le ha otorgado una posibilidad mayor desde que la pasada semana el presidente de la Reserva Federal plantease renovados temores a una situación semejante.

Es en dicho contexto en el que hay que situar, precisamente, las actuaciones de política monetaria en aquel país. Con muy poco recorrido ya a la baja en los tipos cortos -contrariamente al caso en el área euro-, la política monetaria estadounidense claramente se va a encaminar, bien por la vía de las declaraciones -como la mencionada de riesgos de deflación- o por la de actuaciones en mercado abierto, a relajar los tipos largos, neutralizando de sobras cualquier efecto de repunte producido por los estímulos fiscales.

Ángel Berges y David Cano son integrantes de Analistas Financieros Internacionales.

Archivado En