A medio camino de la paridad

La presencia de la mujer en las candidaturas que concurren a las elecciones municipales en Andalucía apenas alcanza el 31,7% del total, 12.928 de los 40.705 aspirantes en los 770 municipios, de las que no más de 3.000 tienen posibilidades de ser elegidas. "Estamos casi casi en la mitad del camino, en 30 años de democracia se han dado pasos decisivos, pero nos falta un salto importante para la normalización y para que las mujeres consigamos una representación paritaria en todos los ámbitos de la vida pública", explica la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Teresa Jiménez. Según e...

La presencia de la mujer en las candidaturas que concurren a las elecciones municipales en Andalucía apenas alcanza el 31,7% del total, 12.928 de los 40.705 aspirantes en los 770 municipios, de las que no más de 3.000 tienen posibilidades de ser elegidas. "Estamos casi casi en la mitad del camino, en 30 años de democracia se han dado pasos decisivos, pero nos falta un salto importante para la normalización y para que las mujeres consigamos una representación paritaria en todos los ámbitos de la vida pública", explica la directora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), Teresa Jiménez. Según el censo de 2001, el 50,7% de la población andaluza es mujer.

Los avances son progresivos en cada elección. Atendiendo a los puestos que ocupan en las listas, la tercera parte de los concejales que se elijan el 25 de mayo pueden ser mujer. En el mandato que expira, los ayuntamientos andaluces han contado con 2.124 concejalas, un 24,1% del total y seis puntos más que en 1995 (1.536), y ha habido 60 alcaldesas, frente a las 30 elegidas en 1995 o las 14 de 1991.

El PSOE es el partido con mayor número de mujeres en sus listas, 3.520, que suponen el 39,5% del total. No en vano, el partido trata de aplicar la cuota del 40% en todas sus candidaturas y la paridad en el caso de las grandes ciudades. Pero ello no siempre es posible, porque, sobre todo en el ámbito rural, la mujer aún no ha encontrado cauces de participación y la conciliación entre la vida familiar y laboral topa todavía con dificultades. "Esto es como todo, de la noche a la mañana no puedes encontrar un grupo de mujeres dispuestas para ir en las listas, es un proceso que requiere de un trabajo y un talante, pero aunque en las ciudades es más fácil siquiera por simple cuestión numérica, estas elecciones se van a carecterizar por una importante incorporación de la mujer en el medio rural", argumenta Jiménez.

La directora del IAM es una convencida de la cuota femenina que han introducido los partidos políticos de izquierda para elaborar sus candidaturas electorales y conformar sus propios órganos de dirección. "Ha permitido un salto trascendental, incluso para las militantes de partidos que no lo las han aplicado, porque ha sido una fórmula que ha permitido la participación", explica. Opinión muy diferente tiene la alcaldesa de Fuengirola, Esperanza Oña, del PP, para quien la cuota es una "enorme contradicción". "Algunos partidos han tenido que recurrir a ella porque de otra manera no existiría una participación de la mujer, se han obligado y ello evidencia que o no tienen interés o no lo hacen de forma natural, porque si estuvieran convencidos no las pondrían", dice.

En las listas del PP figuran 3.135 candidatas, un 35,4% del total, 169 de ellas como cabezas de lista. En número de aspirantes a alcaldesa, el PP aventaja al PSOE, que tiene 136 canditatas a alcaldía, aunque más del doble que en 1999.

Entre las capitales de provincia, los dos partidos mayoritarios sólo tienen una cabeza de lista: la alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez, del PP, partido que hace cuatro años tuvo tres, y la socialista Marisa Bustinduy, en Málaga. Otras cinco mujeres socialistas aspiran a gobernar ciudades de más de 50.000 habitantes.

IU en cambio presenta mujeres en cuatro capitales: Rosa Aguilar, que espera ser reelegida alcaldesa de Córdoba; Paula Garvín, en Sevilla; Dolores Nieto, en Jaén, y Dolores Ruiz, en Granada. Pero en general, la cuota de candidatas femeninas es en IU más baja que en los demás partidos, con 2.026 candidatas que suponen el 31,5%. También el PA supera a IU, con 1.750 mujeres, el 33,7% de sus candidatos. La presencia femenina es mucho menor en el resto de candidaturas, donde apenas alcanza el 22%.

Pero según Jiménez, la cultura patriarcal predominante en la sociedad, que entre otras consecuencias ha otorgado a la mujer en exclusiva la responsabilidad de las labores domésticas, ha impuesto muchos frenos y obstáculos a esa incorporación de forma natural.

La directora del IAM también reprocha a los partidos que aunque han avanzado en sus propuestas y programas para la mujer, sus estructuras internas responden a esquemas muy tradicionales y no han animado a la incorporación y a la participación femenina, algo además que siempre provoca conflictos porque requiere desplazar a los hombres. Y ello, dice, choca con la realidad que se aprecia en otros ámbitos, ya que actualmente existen en Andalucía más de un millar de asociaciones de mujeres. "Las mujeres estamos liderando la participación social", concluye.