El crecimiento económico se reduce al 2% por la debilidad de la demanda

La economía española ha culminado el primer trimestre del año con un crecimiento del 2%, una décima menos del alcanzado en el último tramo de 2002. Así lo cree el Banco de España, que en su último informe trimestral señala la debilidad de la demanda (consumo e inversión) como principal motivo de ese menor crecimiento económico. El informe resalta el creciente endeudamiento de las familias, fundamentalmente por la adquisición de vivienda, y advierte de que este fenómeno convierte a los hogares en más vulnerables ante la aparición de cambios bruscos.

La demanda nacional, que cerró el año ...

La economía española ha culminado el primer trimestre del año con un crecimiento del 2%, una décima menos del alcanzado en el último tramo de 2002. Así lo cree el Banco de España, que en su último informe trimestral señala la debilidad de la demanda (consumo e inversión) como principal motivo de ese menor crecimiento económico. El informe resalta el creciente endeudamiento de las familias, fundamentalmente por la adquisición de vivienda, y advierte de que este fenómeno convierte a los hogares en más vulnerables ante la aparición de cambios bruscos.

La demanda nacional, que cerró el año pasado con crecimientos del 2,7%, no ha pasado del 2,3% en el primer trimestre del año, según las estimaciones del Banco de España. Este menor empuje del consumo y la inversión ha llevado al PIB a crecer un 2% con respecto al primer trimestre de 2002, una décima menos de lo que lo hizo en el último trimestre del año pasado. Entre un trimestre y otro, el crecimiento fue del 0,3%, el mismo porcentaje registrado en la última parte de 2002.

El consumo privado, en el que se sustenta la mayor parte del crecimiento español, frenó la recuperación iniciada a finales de año y avanzó por debajo del 1,8% registrado entonces. Este parón en una recuperación que se ha revelado transitoria, se produce en un momento en que la economía española afronta un elevado nivel de incertidumbre derivado de la situación internacional, según indica la entidad, al igual que ocurre en otros países.

El informe alude en varias ocasiones al endeudamiento de las familias, que no ha cesado de crecer. Y es que los hogares recurren a esta herramienta fundamentalmente para comprar su vivienda. El crédito concedido a las familias para comprar una casa crece por encima del 10% y, según la entidad, no existen indicios que apunten hacia una desaceleración en el primer trimestre. "Un elevado crecimiento de los pasivos de los hogares incrementa su exposición a posibles cambios inesperados en su riqueza, su renta o sus tipos de interés", avierte el Banco de España, que no duda en calificar de estructural el endeudamiento de los hogares españoles.

Advertencias reiteradas

No es la primera vez que el Banco de España alerta sobre el endeudamiento familiar. Este elemento ha presidido los últimos informes del organismo. En el texto conocido ayer, además de señalar la mayor vulnerabilidad de las familias por ese nivel de pasivo, la entidad resalta una consecuencia favorable: la inversión en vivienda está amortiguando parte de la desaceleración que atraviesa la economía española. Es decir, de no ser por ese incremento del crédito hipotecario el crecimiento de la economía sería menor. La autoridad monetaria recuerda que la mayor disposición a la compra de vivienda viene motivada por unos tipos de interés muy bajos (2,5% en la zona euro).

Frente a la disposición de las familias a endeudarse, las empresas muestran más reticencias. La inversión en bienes de equipo, uno de los principales indicadores del optimismo empresarial, no termina de despegar y la construcción es prácticamente el único sector productivo que muestra una tendencia positiva. No obstante, también en este capítulo se ha registrado una ligera desaceleración en el primer trimestre del año con respecto al 4,6% registrado en el último trimestre de 2002.

Mayor nivel de renta

A pesar de que las familias se endeudan cada vez más, su renta disponible se ha mantenido o incluso ha mejorado en el primer trimestre del año. Para el Banco de España, la explicación a este fenómeno reside en el crecimiento de los salarios, que en el primer trimestre reflejaron los aumentos derivados de las cláusulas de revisión salarial, al haberse desviado la inflación en 2002 por encima de lo previsto (4% frente al 2% fijado por el Gobierno).

Además, el crecimiento del empleo, que según la Encuesta de Población Activa (EPA) avanzó un 2,3% en el primer trimestre, ha contribuido a sostener la renta disponible. También la reforma fiscal que ha entrado en vigor este año y que ha rebajado el IRPF ha beneficiado a la renta.

Pese a ese aumento del empleo, los datos de paro son mucho más desalentadores. El desempleo aumentó en la zona euro hasta el 8,7% de la población activa el pasado mes de marzo. Este dato, una décima superior al del mes de febrero, fue divulgado ayer por Eurostat, la oficina estadística de la Unión Europea. La tasa de paro en los 15 países comunitarios permaneció estable en el 7,9%, y la española se sitúa a la cabeza, con un 11,5%.

Junto al empleo, el aspecto más positivo que resalta el Banco de España del primer trimestre es la evolución de los precios. La inflación cerró el mes de marzo en el 3,7%, frente al 4% que alcanzó en 2002. La entidad confía en que esta moderación continúe a lo largo del año, especialmente una vez que se disipe la volatilidad en los precios de la energía que provocó la guerra contra Irak.

La incertidumbre económica no es exclusiva de la economía española. El Banco de España señala que la zona euro ha iniciado el año con la misma debilidad con que cerró 2002. Y en Estados Unidos la situación es aun menos favorable que a finales del año pasado.