Las quejas llegan hasta el consulado de Estados Unidos en Valencia

Varios miles de personas participaron ayer en las calles de Valencia en nuevas acciones de protesta contra la guerra de Irak. La Campanya Valenciana contra la Guerra había convocado una concentración en la plaza de la Virgen. Desde allí salió a las siete de la tarde una manifestación a la que se fue sumando gente y que al llegar a la plaza del Ayuntamiento sumaba ya varios miles de personas. En la céntrica plaza, los manifestantes se detuvieron frente a la sede del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, donde el jueves ya se registró una protesta espontánea contra la guerra y, en especial...

Varios miles de personas participaron ayer en las calles de Valencia en nuevas acciones de protesta contra la guerra de Irak. La Campanya Valenciana contra la Guerra había convocado una concentración en la plaza de la Virgen. Desde allí salió a las siete de la tarde una manifestación a la que se fue sumando gente y que al llegar a la plaza del Ayuntamiento sumaba ya varios miles de personas. En la céntrica plaza, los manifestantes se detuvieron frente a la sede del Partido Popular de la Comunidad Valenciana, donde el jueves ya se registró una protesta espontánea contra la guerra y, en especial, contra el apoyo del Gobierno español y de su presidente, José María Aznar, a los planes belicistas de Estados Unidos. Paralelamente, varios centenares de personas se habían citado a las siete de la tarde ante el consulado de Estados Unidos, en la calle del Pintor Sorolla.

Unos y otros gritaban consignas contra la guerra y contra los presidentes estadounidense y español. Los primeros, con mayor despliegue de carteles y megafonía, de la que carecían los concentrados ante el consulado. Allí fue leído un comunicado en el que se anunció la intención de denunciar a Aznar ante el Tribunal Penal Internacional.

Sin planes previos, los manifestantes decidieron de forma espontánea continuar su protesta para tomar la calle de Colón y dirigirse, en principio, hasta la plaza de toros, aunque luego la marcha continuó, siempre de forma pacífica, hasta regresar a la plaza del Ayuntamiento. Frente al Consistorio se leyó de nuevo el manifiesto y tras un minuto de silencio se disolvió la concentración.