Tribuna:MAGNICIDIO EN BELGRADO

¿Qué ha ocurrido y por qué?

La ciudad está muda. Finalmente, los canales de televisión, dos horas después, emiten música clásica. Djindjic ha muerto. Algunos periodistas lo comentan con lágrimas en los ojos, aquellos a quienes les gustaba y aquellos a quienes no. Ya ha dejado de ser un asunto personal, se trata de nuestra democracia, de su bravo intento de sacarnos del antiguo régimen, hoy asesinado...; y quizá de todos nosotros, que no hicimos lo suficiente por ayudarle, para protegerlo, de sus actos apresurados y de la oposición criminal y política. Yo le conocía a él, a su esposa y a sus hijos, y estuve allí 10 minuto...

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La ciudad está muda. Finalmente, los canales de televisión, dos horas después, emiten música clásica. Djindjic ha muerto. Algunos periodistas lo comentan con lágrimas en los ojos, aquellos a quienes les gustaba y aquellos a quienes no. Ya ha dejado de ser un asunto personal, se trata de nuestra democracia, de su bravo intento de sacarnos del antiguo régimen, hoy asesinado...; y quizá de todos nosotros, que no hicimos lo suficiente por ayudarle, para protegerlo, de sus actos apresurados y de la oposición criminal y política. Yo le conocía a él, a su esposa y a sus hijos, y estuve allí 10 minutos antes de que lo mataran..., pero experimento los mismos sentimientos que cuando mataron a Kennedy, en 1963, cuando yo tenía 11 años.Me pregunto qué piensa la gente de la calle: el centro está bloqueado por la policía, se registran coches y a ciudadanos. Demasiado tarde.

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Yo siempre decía que era demasiado fácil matarlo, la sede de su partido está justamente detrás de mi casa, cualquiera podría hacerlo, a diario lo veía desde mi ventana. ¿Qué ha ocurrido hoy? ¿Por qué? ¿Quién se responsabilizará del asesinato? ¿Quién se responsabilizará de la falta de seguridad en mi país? En mi patio trasero. Dos horas después de su muerte, seguía sin haber declaraciones oficiales.

Nos enteramos de que había muerto por Sky News y la BBC, como es habitual, como cuando sus países nos bombardeaban y esos medios estaban a nuestro lado más que los nuestros. ¿Por qué este silencio? ¿Se supone que debemos temer más tiroteos, un golpe de Estado, como durante el bombardeo, cuando se disparaba contra la oposición? Pero, ¿no está Milosevic en La Haya? ¿Seselj?

Me siento violada si no asesinada, siento que he perdido la mitad de mis derechos humanos legales como ciudadana, he perdido toda mi seguridad y mi felicidad. Ojalá que esta mala noticia haga que se produzca un verdadero cambio. Ojalá que sea el último toque inacabado de lo que intentábamos hacer sin éxito. Hace pocos días, Kostunica perdió su función presidencial en Serbia; hoy Djindic ha perdido la vida. Los dos líderes carismáticos y reales del cambio acaecido el 5 de octubre de 2000. ¿Se ha producido realmente un cambio? Y de ser así, ¿sigue ahí?

Jasmina Tesanovic es escritora y periodista serbia. Autora de Matrimonium (Ediciones del Bronce).

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