La huelga en la sanidad privada obliga a aplazar hoy 625 operaciones

Nadie será operado hoy en los quirófanos de las grandes clínicas privadas con actividad quirúrgica. Tampoco funcionarán los aparatos de rayos X, ni las máquinas que realizan resonancias magnéticas, ecografías u otras pruebas. Los casi 10.000 trabajadores de la sanidad privada están, desde las 22.00 de ayer y durante 24 horas, en huelga para reclamar un convenio colectivo "justo y no regresivo", según María Ángeles Chao, del sindicato de enfermería Satse.

El paro ha obligado a aplazar 625 intervenciones quirúrgicas, 3.000 pruebas diagnósticas y unas 5.000 consultas. Los sindicatos convoc...

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Nadie será operado hoy en los quirófanos de las grandes clínicas privadas con actividad quirúrgica. Tampoco funcionarán los aparatos de rayos X, ni las máquinas que realizan resonancias magnéticas, ecografías u otras pruebas. Los casi 10.000 trabajadores de la sanidad privada están, desde las 22.00 de ayer y durante 24 horas, en huelga para reclamar un convenio colectivo "justo y no regresivo", según María Ángeles Chao, del sindicato de enfermería Satse.

El paro ha obligado a aplazar 625 intervenciones quirúrgicas, 3.000 pruebas diagnósticas y unas 5.000 consultas. Los sindicatos convocantes -Satse, CC OO y UGT, que representan al 89% de los trabajadores del sector- están seguros de que el seguimiento de la huelga será "masivo". Todos los trabajadores (médicos, enfermeros, celadores, administrativos...) están convocados.

Los servicios mínimos marcados son los mismos de un domingo o festivo, días en los que las grandes clínicas suspenden prácticamente todas actividad, salvo las urgencias y la atención a enfermos ya ingresados. El seguimiento de la huelga será más difícil de cuantificar (y previsiblemente desigual) en el resto del sector, formado por centros de menor tamaño y sin actividad quirúrgica no ambulatoria.En total, según el sindicato de enfermería Satse, la actividad asistencial prevista para hoy ha sido suspendida y aplazada para otro día en 14 de las 16 grandes clínicas privadas de la región. Sólo en dos centros, las clínicas Madrid y Montepríncipe, propiedad de la misma compañía, no hay servicios mínimos pactados, debido a "la actitud de rechazo total al diálogo mostrada por los propietarios", según Satse.

La clínica que más operaciones ha suspendido es la Ruber Internacional, con 75 intervenciones desprogramadas. Le siguen la Clínica Nuestra Señora de América, con 62, y la San Francisco de Asís, con 60. En los otros grandes centros -Santa Elena, Beata María Ana de Jesús, Moncloa, Ruber, San Camilo, San José, La Luz, ICE, La Paloma, Cemtro y Zarzuela- el número de intervenciones aplazadas oscila entre las 20 y las 50.

La sanidad privada lleva un año enfrascada en una difícil, y hasta ahora improductiva, negociación para la firma del convenio. Los sindicatos piden la progresiva reducción de la jornada laboral hasta 35 horas en 2006, además de 20 horas anuales de formación continuada, una paga extra los domingos y festivos trabajados, un incremento salarial anual del IPC más un punto y la compensación del 100% del sueldo en caso de enfermedad.

Propuesta de la patronal

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La última propuesta de la patronal incluye una reducción de las horas trabajadas al año, desde las 1.740 actuales hasta 1.675 en un plazo de cuatro años. Pero los empresarios condicionan esta reducción a una mayor flexibilidad horaria y a la aceptación por parte de las plantillas de una distribución irregular de la jornada laboral. También exigen la desaparición del complemento salarial especial que los trabajadores perciben por su especialidad o por el uso de materiales tóxicos.

Estas dos últimas medidas han encontrado el rechazo frontal de los sindicatos. "Con la desaparición de los complementos, un médico dejaría de ganar cada mes 117,5 euros, 101,5 una enfermera y 76 una limpiadora", critica María Ángeles Chao, de Satse. "Otra propuesta inaceptable es que el salario suba sólo el IPC previsto anualmente. Esto supone que los trabajadores pierdan dinero, porque actualmente ya cobran el IPC previsto y luego se revisa a final de año y se complementa si el IPC ha subido más de lo previsto", añade Chao. "En resumen, es una propuesta retrógrada, que pretende que los trabajadores firmen perder dinero".

Este diario intentó ayer, sin éxito, recabar la opinión de la Asociación de Centros y Empresas de Hospitalización Privada de la Región Centro, la entidad que agrupa a los propietarios del sector y que está presidida por Antonio Bartolomé. Los sindicatos han manifestado ya su "firme propósito de continuar con las movilizaciones hasta que la patronal acepte negociar un convenio digno y justo", en palabras de María Ángeles Chao.

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