La Unión Europea acuerda crear una sola patente comunitaria

Las invenciones podrán registrarse a un tercio del precio actual

Treinta años de debate culminaron ayer en el Consejo de Competitividad de la Unión Europea con un acuerdo político sobre la patente comunitaria. Las empresas europeas podrán registrar sus invenciones a través de un solo procedimiento en todos los países de la UE a un precio de aproximadamente un tercio del actual. Para las diversas instituciones de la UE, se trata de un acuerdo histórico, pues la patente comunitaria es una pieza clave para dinamizar la economía en un mercado único de 450 millones de habitantes.

Uno de los problemas que plantea la economía europea a las pequeñas y median...

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Treinta años de debate culminaron ayer en el Consejo de Competitividad de la Unión Europea con un acuerdo político sobre la patente comunitaria. Las empresas europeas podrán registrar sus invenciones a través de un solo procedimiento en todos los países de la UE a un precio de aproximadamente un tercio del actual. Para las diversas instituciones de la UE, se trata de un acuerdo histórico, pues la patente comunitaria es una pieza clave para dinamizar la economía en un mercado único de 450 millones de habitantes.

Uno de los problemas que plantea la economía europea a las pequeñas y medianas empresas es que patentar ahora a nivel europeo una invención industrial o científica cuesta cinco veces más que en Estados Unidos o en Japón. Según datos de Bruselas, tal carestía era el motivo por el cual sólo el 14% de las empresas europeas optaba por lograr una patente europea a través de la actual Oficina Europea de Patentes situada en Múnich (Alemania).

Por esta razón, los políticos europeos lanzaron ya en los setenta la idea de crear una patente comunitaria más barata y ágil y se comprometieron en 2000 a sacarla adelante antes de 2002. El acuerdo de ayer, además de tardío, "no satisface a nadie", según el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Ramón de Miguel, pero se acerca a su objetivo al reducir de forma importante el coste de patentar una invención en los 27 países que formarán próximamente la UE.

Los escollos fundamentales de la patente comunitaria han sido el régimen lingüístico (las traducciones son el origen del sobrecoste europeo) y el régimen jurisdiccional, ya que Alemania, la mayor potencia industrial y, por tanto, la que más patentes registra, emplea a cientos de personas en los tres tribunales nacionales que dirimen estos litigios.

El régimen lingüístico se ha solventado preservando todas las lenguas oficiales de la UE para la parte menos costosa, que es la traducción de las reivindicaciones, un documento resumen de apenas tres folios que deberá estar traducido a todos los idiomas comunitarios. El grueso de la solicitud, sin embargo, deberá presentarse en un solo idioma: el inglés, el francés o el alemán, las tres lenguas oficiales de la Oficina Europea de Patentes. Sin embargo, si un solicitante presenta su documentación en una oficina nacional, podrá hacerlo en su idioma.

El futuro Tribunal de la Patente Comunitaria (TPC), adscrito al Tribunal de Primera Instancia de las Comunidades Europeas con sede en Luxemburgo, estará formado, "a más tardar", en 2010. Las oficinas de patentes nacionales existentes jugarán un papel importante en el trámite de las patentes comunitarias, pues funcionarán como ventanillas descentralizadas de la actual oficina de Múnich.

El acuerdo político adoptado ayer en Bruselas será probablemente confirmado el próximo 21 de marzo, pero los detalles técnicos retrasarán la puesta en marcha efectiva de la patente comunitaria hasta 2005, según la presidencia griega de turno de la UE. A partir de entonces, señala el comisario de Mercado Interior, Frederik Bolkestein, las empresas europeas podrán seguir patentando sus invenciones a nivel nacional y europeo, pero el sistema y el precio de la nueva patente comunitaria quizá sean lo suficientemente atractivos para que opten por ella.

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