La Generalitat arremete contra Leche Pascual por dejar de comprar leche a los ganaderos catalanes

El consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, arremetió ayer contra la empresa Leche Pascual por haber anunciado que dejaba de abastecerse de leche producida en Cataluña. El consejero aseguró que la empresa ha tomado la decisión de no comprar leche a los ganaderos catalanes en represalia por la falta de apoyo de la Generalitat de Cataluña en el contencioso que enfrenta a Leche Pascual con otros productores de derivados lácteos, que se oponen a que esta compañía pueda comercializar un nuevo producto lácteo bajo la denominación de ...

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El consejero de Agricultura de la Generalitat, Josep Grau, arremetió ayer contra la empresa Leche Pascual por haber anunciado que dejaba de abastecerse de leche producida en Cataluña. El consejero aseguró que la empresa ha tomado la decisión de no comprar leche a los ganaderos catalanes en represalia por la falta de apoyo de la Generalitat de Cataluña en el contencioso que enfrenta a Leche Pascual con otros productores de derivados lácteos, que se oponen a que esta compañía pueda comercializar un nuevo producto lácteo bajo la denominación de yogur pasteurizado después de la fermentación.

Los productores de yogur fresco y diferentes especialistas sostienen que el proceso de calentamiento y el tratamiento que comporta la pasteurización mata las bacterias que definen la esencia del yogur, de modo que los derivados lácteos que comercializa Pascual tienen parecida textura, pero no las mismas propiedades que el yogur fresco y no puede considerarse como tal. Varios estudios han demostrado que estas bacterias protegen y regulan el tracto intestinal, y el consumo continuado de yogur refuerza el sistema inmunitario del organismo.

El nuevo yogur que comercializa Pascual, al estar pasteurizado, pierde las propiedades que confieren las bacterias que forman el yogur, pero mantiene las cualidades nutritivas de la leche y se conserva durante mucho más tiempo, lo cual lo convierte en un producto muy competitivo. Estos yogures comenzaron a comercializarse después de que las autoridades españolas cambiaran la normativa para permitir esta denominación. La Asociación Española de Fabricantes de Yogur considera que la publicidad con que se comercializa el llamado yogur pasteurizado es "inexacta y engañosa" y constituye una competencia desleal para los yogures tradicionales.

El consejero Josep Grau dijo ayer que no entra a analizar si el producto de Pascual es bueno o malo: "Lo que decimos es que una cosa es el yogur y otra el yogur pasteurizado". Grau consideró "absolutamente intolerable" que el propio propietario de la empresa, Tomás Pascual, hubiera afirmado que deja de abastecerse de leche catalana por la falta de apoyo institucional en su pugna con el resto de productores lácteos.

Ayer, sin embargo, Tomás Pascual, al ser preguntado por Catalunya Ràdio, dijo que la decisión de no comprar más leche a los ganaderos catalanes se debía a problemas de "logística y distancia" respecto de las plantas de producción de la compañía. Una afirmación que el consejero de Agricultura rebatió inmediatamente: "Este argumento no es creíble porque si hubiera problemas logísticos y de distancia, los habría desde el primer día que comenzaron a comprar la leche a los ganaderos catalanes, puesto que ni las distancias han cambiado ni las carreteras son ahora peores que hace unos años".

En declaraciones a la emisora de radio de Tàrrega, Grau insistió en que el propio Tomás Pascual le había comunicado personalmente su decisión por entender que no recibía suficiente apoyo, ni por parte de la Generalitat, ni por parte de CiU en el Congreso de los Diputados.

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El pasado día 3 de febrero, una asociación de ganaderos de Girona se dirigió al Departamento de Agricultura de la Generalitat para comunicar que Leche Pascual les había notificado su intención de dejar de recoger leche en Cataluña porque la Generalitat no ha apoyado a la firma en su campaña de introducir los llamados yogures pasteurizados tras la fermentación.

La polémica se ha recrudecido con una campaña a través de Internet que pide a los consumidores catalanes un boicoteo a los productos Pascual.

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