La mitad de los donantes de órganos tiene más de 50 años

La edad ya no es un obstáculo ni para recibir ni para donar un órgano. Según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes de 2002, que presentó ayer la ministra de Sanidad, Ana Pastor, más de la mitad de los donantes de órganos para adultos tenía más de 50 años. Más de un tercio (el 34,6%) era mayor de 60.

Con el envejecimiento de quienes suministran los corazones, hígados y riñones (pero también pulmones, intestinos y páncreas) cambian las causas de su muerte. Disminuyen las víctimas de accidentes de tráfico (ya son menos de la quinta parte) y aumentan las de personas que muere...

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La edad ya no es un obstáculo ni para recibir ni para donar un órgano. Según los datos de la Organización Nacional de Trasplantes de 2002, que presentó ayer la ministra de Sanidad, Ana Pastor, más de la mitad de los donantes de órganos para adultos tenía más de 50 años. Más de un tercio (el 34,6%) era mayor de 60.

Con el envejecimiento de quienes suministran los corazones, hígados y riñones (pero también pulmones, intestinos y páncreas) cambian las causas de su muerte. Disminuyen las víctimas de accidentes de tráfico (ya son menos de la quinta parte) y aumentan las de personas que mueren por hemorragia cerebral (desde 2001 son el 59,9% del total).

Durante el año pasado, fueron donantes de órganos 1.411 personas (un 5,5% más que las 1.335 de 2001). Se aprovecharon 3.708 órganos, que beneficiaron a más de 3.600 pacientes. Algunos recibieron trasplantes múltiples.

Negativas estancadas

El aumento de donaciones tiene, en cambio, una lectura negativa. Su aumento se debe al crecimiento de la población, y no a que la técnica o las familias permitan aprovechar mejor los órganos de los fallecidos. La tasa por millón de habitantes fue de 31,9 (en 2001 llegó a 32,6), y una quinta parte (el 22%) de las familias de posibles donantes se niega a la extracción de órganos del fallecido (en 2001 fueron el 23%).

Los órganos más trasplantados fueron los riñones (por primera vez se pasó de 2.000) y el hígado (superaron los mil casos anuales). En cambio, los de corazón bajan desde los 353 de 2000 (el año pasado fueron 310). Sanidad atribuye este descenso a "la enorme exigencia del trasplante cardiaco en cuanto a las características de los donantes" y a "la menor presencia de pacientes en lista de espera". Porcentualmente, los mayores aumentos se dieron en los trasplantes menos frecuentes: los de pulmón, páncreas e intestino.

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