España invierte en tecnologías menos que países en vías de desarrollo

Un informe del Foro Económico Mundial lo sitúa en el puesto 61º de una lista de 82 países

España aspira a codearse con los países más industrializados y avanzados del planeta en el G-8, pero está a la cola mundial en inversión en el desarrollo de la sociedad de la información. Un informe del Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 61º, de una clasificación de 82 países, en inversión en tecnologías de la información. Este dato significa que dedica menos dinero a la innovación, como porcentaje del PIB, que países en vías de desarrollo, como Vietnam y Colombia. España está también a la cola de la UE en penetración de Internet por renta per cápita.

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España aspira a codearse con los países más industrializados y avanzados del planeta en el G-8, pero está a la cola mundial en inversión en el desarrollo de la sociedad de la información. Un informe del Foro Económico Mundial sitúa a España en el puesto 61º, de una clasificación de 82 países, en inversión en tecnologías de la información. Este dato significa que dedica menos dinero a la innovación, como porcentaje del PIB, que países en vías de desarrollo, como Vietnam y Colombia. España está también a la cola de la UE en penetración de Internet por renta per cápita.

Éste es el segundo año que el Foro Económico Mundial estudia la situación mundial de la industria de las tecnologías de la información y las comunicaciones. En la introducción a este extenso estudio, el Foro explica que la sociedad de la información es uno de los motores más poderosos del desarrollo económico y la productividad, y que su importancia va en aumento. Sin embargo, según el estudio, titulado Informe global de tecnologías de la información 2002-2003, España está en el puesto 24º de la clasificación general en desarrollo tecnológico, por detrás de Estonia o Corea, y sólo un puesto por encima del que ocupaba el año pasado.

El informe, que encabeza Finlandia, estudia la situación de empresas, gobiernos e individuos en decenas de ámbitos: gasto en tecnología, regulación de los mercados, inversión en educación y formación científica, infraestructura de redes. España aparece en el rango de los puestos 20-30 en la mayor parte de estas áreas, aunque destaca en algunas de ellas. Por lo alto, España es el segundo país del mundo en número de líneas telefónicas por empleado, y hace valer el poder del mercado de la telefonía móvil, ocupando también los primeros puestos en aplicaciones informáticas sin hilos (número cuatro).

España, sin embargo, suspende estrepitosamente en uno de los ámbitos clave: la inversión de empresas y gobiernos en tecnologías de la información y las comunicaciones como porcentaje del PIB, donde ocupa el puesto 61º. En nuestro país, explica el Foro, se invierte menos, proporcionalmente, que en Vietnam en desarrollo tecnológico tangible (equipos, programas informáticos) e intangible (educación).

España también ocupa los últimos puestos en la percepción que tienen las empresas del esfuerzo que hace el Gobierno para promocionar la tecnología (puesto 48º). Se da la circunstancia de que el desarrollo tecnológico era una de las prioridades declaradas del Gobierno de José María Aznar, que incluso dedicó un ambicioso plan (llamado Info XXI) a sacar a España del retraso histórico acumulado en innovación científica y tecnológica. El fracaso de este plan ha llevado al ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, a reclamar la ayuda del sector para elaborar otro.

"Los gobiernos juegan un papel muy importante", explica Fiona Paua, economista del Foro y una de las autoras del estudio. "Para que exista una estrategia nacional en el desarrollo de las tecnologías de la información, que permita competir internacionalmente con éxito, esa estrategia debería estar dirigida por la oficina del jefe del Estado". Paua pone el ejemplo del éxito de Singapur (número tres mundial), que reside en buena parte en el activo papel del ex primer ministro Lee Kuan Yew.

Para la economista, España ha hecho grandes progresos, pero "aún tiene mucho camino por andar". Según Paua, los reguladores españoles deberían poner atención "en la capacidad de innovación de las empresas", ya que "ésta es la fuente de futuras ganancias en productividad".

Interés de las empresas

Las empresas ocupan el puesto 52º en la capacidad para incorporar nuevas tecnologías al día a día de la compañía. En una escala del 1 al 7, donde el 1 muestra escaso interés por los beneficios de la tecnología y el 7 significa agresividad en su adoptación, las empresas españolas sacan una nota media de 4,68.

El informe abunda aún más en la situación del uso individual de la tecnología, y es aquí donde España puntúa peor (puesto 27º, frente al 26º de empresas y Gobierno). A pesar de que el sector español ha pedido reiteradas veces a las administraciones que ideen ayudas para que las familias puedan acceder a las tecnologías de la información, el análisis de este informe, precisamente, coincide con otros datos recientes, y desoladores, sobre el acceso de los españoles a la tecnología. España, según la consultora Nielsen, está a la cola de la UE en penetración de Internet por renta per cápita: debería estar en el rango del 30%, pero ronda el 26%.

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