AMENAZA DE GUERRA | La posición de Bush

EE UU advierte a Blix de que, diga lo que diga ante la ONU, la guerra está decidida

El ministro de Exteriores británico rechaza el plan franco-alemán para la crisis

La asesora de seguridad nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice, transmitió ayer al jefe de los inspectores de Unmovic un mensaje personal del presidente George W. Bush: dijera lo que dijera en su próximo informe al Consejo de Seguridad, el viernes, el Gobierno de Washington ya había tomado la decisión de ir a la guerra. Mientras, desde el Reino Unido, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, confirmó la dramática división de la UE al rechazar las ideas franco-alemanas de desplegar más inspectores en Irak.

La reunión entre Condoleezza Rice y Hans Blix se celebró a p...

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La asesora de seguridad nacional de Estados Unidos, Condoleezza Rice, transmitió ayer al jefe de los inspectores de Unmovic un mensaje personal del presidente George W. Bush: dijera lo que dijera en su próximo informe al Consejo de Seguridad, el viernes, el Gobierno de Washington ya había tomado la decisión de ir a la guerra. Mientras, desde el Reino Unido, el ministro de Asuntos Exteriores británico, Jack Straw, confirmó la dramática división de la UE al rechazar las ideas franco-alemanas de desplegar más inspectores en Irak.

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La reunión entre Condoleezza Rice y Hans Blix se celebró a petición de la Casa Blanca en la misión estadounidense ante la ONU, en Nueva York, y sirvió para constatar que los esfuerzos diplomáticos apenas disponían ya de margen en la crisis iraquí.

El Departamento de Estado y la Casa Blanca, por una parte, y Unmovic, por otra, guardaron silencio sobre el contenido de la entrevista, aunque fuentes diplomáticas indicaron que el objetivo era "aclarar la posición estadounidense", decantada ya definitivamente hacia la invasión. La cadena de televisión CNN, muy bien conectada con Colin Powell, aseguró que el tono de Condoleezza Rice había sido "duro" y que, en esencia, su mensaje se centraba en que ya no había más tiempo para inspecciones y que Sadam había demostrado que no pensaba desarmarse. Blix había recibido, poco antes de que llegara Rice, un documento francés que proponía, entre otras cosas, aumentar el número de inspectores.

Hans Blix regresó de Bagdad el lunes, tras conseguir que el Gobierno iraquí autorizara el uso de aviones de espionaje U2 por parte de los inspectores. A su vuelta comentó que percibía más cooperación por parte de las autoridades iraquíes, pero sólo en cuestiones periféricas y no en "la sustancia" del problema. También admitió que no le parecía que disponer de más inspectores fuera a cambiar las cosas.

En el Reino Unido, mientras los sondeos revelaban el daño que le está haciendo la crisis de Irak, Tony Blair dio ayer tintes dramáticos al ambiente político al dar la orden de que el Ejército desplegara tanquetas y 450 soldados fuertemente armados en el aeropuerto de Heathrow y otros puntos estratégicos para proteger Londres de un posible atentado terrorista. En el plano diplomático, el ministro de Exteriores, Jack Straw, confirmó la dramática división de la UE al rechazar las ideas franco-alemanas de desplegar más inspectores en Irak.

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Un sondeo de The Times revelaba ayer que sólo el 35% de los británicos apoyaría hoy a los laboristas y que un 34% lo haría por los conservadores. El 86% de los británicos quiere que la ONU tenga más tiempo para investigar los arsenales de Sadam, el 57% opina que Londres y Washington no han dado razones de peso para desatar una guerra y otro 57% cree que Blair se equivoca al apoyar una guerra contra la opinión mayoritaria de la población.

Pero, inasequible al desaliento y los sondeos, el primer ministro envió al jefe de la diplomacia al Instituto Internacional de Estudios Estratégicos para rechazar el plan ruso-franco-alemán de prolongar las inspecciones de la ONU, triplicar el número de inspectores y quién sabe si desplegar a los cascos azules.

Jack Straw, que no citó a los países patrocinadores de la iniciativa, se refirió a ella como "algunas otras propuestas que están dando vueltas por el continente, diseñadas -nos dicen- para hacer más efectivo el proceso de inspección". Y lo rechazó con el argumento de que ni enviando 1.000 inspectores se encontrarían los arsenales si Sadam no colabora, y que, si colabora, no se necesitan más inspectores. Straw puso en duda que franceses y alemanes lleguen a proponer oficialmente el despliegue de cascos azules: "Hasta ahora ningún representante gubernamental ha apoyado en público esa posibilidad", dijo.

Resolución 1.441

Su tono irónico se convirtió en seco al abordar el bloqueo continental en la OTAN. "Tengo que recordar que, en la cumbre de Praga, hace menos de tres meses, los líderes de la OTAN ofrecieron su pleno apoyo a la implementación de la resolución 1.441 y su compromiso para asegurar su total e inmediato cumplimiento por parte de Irak, sin condiciones ni restricciones".

La convicción y firmeza desplegada al leer su intervención se tornó en vacilación e incomodidad al responder a las preguntas de público y periodistas. No pudo dar una explicación coherente a por qué los europeos no confían esta vez en EE UU. "A los gobiernos hay que juzgarles por sus hechos", se escabulló. Y no le quedó más remedio que dar su tibia bendición a la nueva doctrina norteamericana de los ataques preventivos. "Es una buena idea ser preventivo si así se evita un daño peor", dijo.

La prevención fue también lo que movió ayer a Tony Blair a tomar la llamativa decisión de desplegar al Ejército en puntos estratégicos de Londres para evitar lo que sus portavoces describieron como "una amenaza terrorista concreta". Casi medio millar de soldados completaron el despliegue de 1.000 policías. Varias tanquetas controlaban el aeropuerto de Heathrow y aledaños para prevenir que alguien intentara lanzar un misil para derribar un avión, según la BBC.

Tropas británicas desplegadas ayer en el aeropuerto de Heathrow.AP

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