OFERTAS DE EMPLEO

La tecnología cambia de manos

La externalización de servicios, sobre todo tecnológicos, se está convirtiendo en un yacimiento de empleo

Un informático puede levantarse un día siendo empleado de una gran empresa de telecomunicaciones y al siguiente como parte de la plantilla de una gran consultora especializada en dar servicios tecnológicos a terceros. Todo por arte de un contrato de outsourcing (externalización o subcontratación), un sector que crece en España a un ritmo superior al 20% desde hace tres años y que, según algunos, ya se ha convertido en un yacimiento de empleo.

Los últimos en sumarse a la moda del outsourcing en España han sido 51 empleados del Deutsche Bank. La entidad llegó a un acu...

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Un informático puede levantarse un día siendo empleado de una gran empresa de telecomunicaciones y al siguiente como parte de la plantilla de una gran consultora especializada en dar servicios tecnológicos a terceros. Todo por arte de un contrato de outsourcing (externalización o subcontratación), un sector que crece en España a un ritmo superior al 20% desde hace tres años y que, según algunos, ya se ha convertido en un yacimiento de empleo.

La facturación del sector en 2001 fue de 600,8 millones de euros. La previsión para 2002 era crecer un 18,5% a pesar de la crisis

Los últimos en sumarse a la moda del outsourcing en España han sido 51 empleados del Deutsche Bank. La entidad llegó a un acuerdo con el gigante informático IBM para externalizar -traspasar activos y 900 trabajadores- sus centros informáticos en varios países europeos. El objetivo de este paso era ahorrar costes y mejorar la eficiencia del servicio, una tendencia que hoy obsesiona a muchas empresas dispuestas a prescindir de áreas no vitales de su negocio para mejorar sus resultados.

La tendencia parece imparable. La facturación por servicios de outsourcing crece a ritmos superiores al 20% en España desde 1999, y en 2001, últimos datos reales que ofrece la Asociación Española de Empresas de Consultoría (Aec), alcanzaron los 600,8 millones de euros. La previsión para 2002, cuando la economía española creció el 2%, era un incremento de la facturación del 18,5%. A pesar de la crisis.

La evolución del empleo ha ido pareja, aunque no constan datos globales. Un estudio reciente de la consultora Círculo de Progreso identifica la externalización como un yacimiento de empleo, una fuente de nuevos puestos aún por explotar, de aquí a 2006.

Su desarrollo ha sido explosivo en los últimos años. Sólo en el sector bancario, 1.300 trabajadores de departamentos de informática han sido transferidos a otra compañía, según el último recuento elaborado por la federación de entidades financieras y oficinas de CC OO (Comfia). Las plantillas de algunas consultoras han crecido de forma exponencial, gracias sólo en una parte mínima a esas transferencias de personal: IBM, que empezó a ofrecer estos servicios hace 10 años, emplea hoy a 2.000 personas en outsourcing; Accenture, una cifra similar (sólo el 20% transferidos), y Cap Gemini Ernst & Young ha pasado de 50 trabajadores hace seis años a alrededor de 1.000 en esa división. Otras empresas fuertes en estos servicios son Indra Sistemas o EDS.

Todas ellas hacen outsourcing tecnológico -gestión de infraestructuras, desarrollo de aplicaciones, etcétera-, el servicio más extendido en el mercado español. Gestión de nóminas, logística o los centros de atención al cliente también son procesos que las empresas externalizan con frecuencia, según un estudio de Cap Gemini.

Círculo de Progreso asegura que el outsourcing tiene capacidad para generar empleo en los próximos años, elevada en el caso de nuevas tecnologías y media en el caso de los de logística y relaciones con el cliente.

Esta visión contrasta con la mala imagen de estos procesos, que resume un directivo del sector: "La historia del outsourcing ha estado asociada a despidos y por eso ha tenido mala fama en el mercado español", reconoce un directivo. En Comfia confirman esta realidad, sobre todo cuando se trata de servicios de poco valor añadido.

No así en el caso de los servicios tecnológicos. "El outsourcing no es una excusa para despedir", afirma rotundo Basilio Rueda, director de esta división en Accenture. Manuel Corral, su homólogo en IBM España y Portugal, va un paso más allá y asegura que el outsourcing "protege el empleo y lo mejora".

Cuando una empresa se plantea externalizar un servicio podría despedir a esos trabajadores y asumir el coste, pero si opta por un contrato de outsourcing, que tienen una vigencia media de entre cinco y siete años, lo normal es que se quede con algunos trabajadores para gestionar el proceso, recoloque en otros departamentos a otros y transfiera al resto.

Allí, "las posibilidades de promoción son mayores", resume el responsable de Outsourcing de Cap Gemini Ernst & Young. Primero porque se convierten en protagonistas de la empresa, especialistas en su negocio principal, y segundo porque podrán trabajar desde ella para varias compañías.

Si lo que se va a externalizar es una unidad de negocio, la ley obliga a mantener los puestos de trabajo (artículo 44). Si no, se negocia directamente con los trabajadores el traspaso.

La experiencia del Deutsche Bank vuelve a servir de ejemplo. Los trabajadores se darán de baja como empleados del banco y entrarán a formar parte de la plantilla de IBM con las mismas condiciones laborales -salario y beneficios- que tenían en su antigua empresa. Incluidas las condiciones ventajosas de sus préstamos, confirman fuentes sindicales.

El proceso suele alargarse varios meses en los que ambas compañías analizan los aspectos organizativos, de infraestructura y procesos, económicos y de recursos humanos, explica Gil. Los mayores problemas vienen después porque las transferencias provocan diferencias salariales entre trabajadores de la misma empresa.

El crecimiento del sector, y por lo tanto del empleo, parece imparable en los próximos años. De hecho en la mayoría de las consultoras se trata de la división estrella, la que sigue creciendo en porcentajes de dos dígitos a pesar de la crisis. Otra vía de crecimiento es el mercado internacional. Las grandes empresas ya están dando servicio desde España, donde existe el conocimiento y los costes laborales son más bajos, a empresas de otros países.

El desarrollo de aplicaciones informáticas es uno de los servicios más subcontratados por las empresas españolas.

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