Giscard critica la carta de los ocho europeos en apoyo a Bush

Valéry Giscard d'Estaing se sumó ayer a las voces de quienes opinan que iniciativas no concertadas como el artículo de ocho líderes europeos en apoyo a las tesis de EE UU sobre Irak hacen un flaco servicio a la hoy por hoy quimérica Política Exterior y Seguridad Común (PESC) de la UE. "Está claro que a la hora actual no existe y que el modo con el que se están desarrollando los acontecimientos supone un retroceso respecto al Tratado de Maastricht", dijo el presidente de la Convención sobre el Futuro de Europa, en una velada crítica al mensaje de la que se ha llamado la ...

Valéry Giscard d'Estaing se sumó ayer a las voces de quienes opinan que iniciativas no concertadas como el artículo de ocho líderes europeos en apoyo a las tesis de EE UU sobre Irak hacen un flaco servicio a la hoy por hoy quimérica Política Exterior y Seguridad Común (PESC) de la UE. "Está claro que a la hora actual no existe y que el modo con el que se están desarrollando los acontecimientos supone un retroceso respecto al Tratado de Maastricht", dijo el presidente de la Convención sobre el Futuro de Europa, en una velada crítica al mensaje de la que se ha llamado la banda de los ocho.

El artículo 11 de ese tratado, suscrito en 1992 por los entonces 12 socios de la UE, afirma que los "Estados miembros apoyarán activamente y sin reservas la política exterior y de seguridad de la Unión en un espíritu de lealtad y recíproca solidaridad (...) se abstendrán de toda acción contraria a los intereses de la Unión o que pueda perjudicar a su eficacia como fuerza cohesionada en las relaciones internacionales". Así lo subrayó el veterano ex mandatario francés durante la sesión celebrada ayer por los 105 componentes de la Convención, integrada por representantes de los gobiernos, del Parlamento Europeo y de los Parlamentos nacionales.

La sesión de ayer de este órgano de notables, encargado de preparar un borrador de Constitución europea que entregarán a los Quince en junio para su posterior discusión y aprobación a fin de año, estaba centrada en las futuras competencias de las regiones. Pero la crisis iraquí y las divergencias al respecto dentro de la Unión dominaron el debate.