OPINIÓN DEL LECTOR

Consejos Escolares

Las últimas informaciones con referencia al Consejo Escolar Catalán hacen temer una nueva maniobra demagógica dentro del ámbito educativo, cuyo primer síntoma sería la perversión de la llamada demanda social. Hace pocos meses el sociólogo Salvador Cardús proponía, como solución a los problemas de formación de los jóvenes, que los horarios de trabajo coincidiesen con los escolares, de modo que padres e hijos pudieran coincidir más tiempo y comunicarse mejor. El Consejo Escolar hace una interpretación desviada de esta advertencia y llega a invertir su contenido cuando pide que los alumnos perman...

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Las últimas informaciones con referencia al Consejo Escolar Catalán hacen temer una nueva maniobra demagógica dentro del ámbito educativo, cuyo primer síntoma sería la perversión de la llamada demanda social. Hace pocos meses el sociólogo Salvador Cardús proponía, como solución a los problemas de formación de los jóvenes, que los horarios de trabajo coincidiesen con los escolares, de modo que padres e hijos pudieran coincidir más tiempo y comunicarse mejor. El Consejo Escolar hace una interpretación desviada de esta advertencia y llega a invertir su contenido cuando pide que los alumnos permanezcan aún más horas -en horario partido- en los centros de enseñanza, a los cuales se delegaría así de manera creciente la tutela paterna. Se manipulan las estadísticas europeas relativas a las horas lectivas por estudiante y curso cuando se pasa por alto que, en toda Europa, el descanso del mediodía es breve tanto para estudiantes como para trabajadores, que terminan su jornada a media tarde. Las propuestas del Consejo Escolar, más que plantear mejoras, se harían solidarias del neoliberalismo que nos invade y de la misma lógica especulativa que en pocos años ha hecho multiplicar las horas de permanencia en los centros de producción y comercios, con la consiguiente merma en la calidad de vida de los asalariados.

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