21 muertos al caer un avión en Carolina del Norte
Un pequeño avión de pasajeros de la compañía US Airways se precipitó ayer contra el suelo a los pocos segundos del despegue del aeropuerto en Charlotte (Carolina del Norte). No hubo supervivientes entre las 21 personas que viajaban en el aparato. El FBI buscó inmediatamente posibles indicios de sabotaje o terrorismo, pero descartó que el suceso sea algo más que un accidente.
Es el primer accidente en la aviación comercial de EE UU desde noviembre de 2001, cuando un avión de American Airlines se estrelló en el barrio de Queens, en las afueras de Nueva York, con 260 pasajeros a bordo.
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Un pequeño avión de pasajeros de la compañía US Airways se precipitó ayer contra el suelo a los pocos segundos del despegue del aeropuerto en Charlotte (Carolina del Norte). No hubo supervivientes entre las 21 personas que viajaban en el aparato. El FBI buscó inmediatamente posibles indicios de sabotaje o terrorismo, pero descartó que el suceso sea algo más que un accidente.
Es el primer accidente en la aviación comercial de EE UU desde noviembre de 2001, cuando un avión de American Airlines se estrelló en el barrio de Queens, en las afueras de Nueva York, con 260 pasajeros a bordo.
El vuelo de US Airways cubría la ruta entre Charlotte y Greenville, en Carolina del Sur. El aparato, un Beech 1900 de dos motores, despegó con buen tiempo, aunque algo ventoso. Nada más separarse del suelo, el avión tomó una pendiente demasiado elevada, casi vertical. Se inclinó hacia la izquierda y cayó en picado. En la caída destrozó la esquina de un hangar de la compañía. No había trabajadores en el interior. En el avión viajaban 19 pasajeros y dos miembros de la tripulación. El piloto llegó a contactar con la torre de control en el momento justo del despegue para comunicar una emergencia, pero no dio tiempo a que explicara el problema.
Las autoridades de transporte y los agentes federales analizaron los restos del accidente y anunciaron enseguida que no había indicio alguno de terrorismo. Las primeras teorías apuntan a la posible acumulación de hielo en las alas o a un fallo del piloto en la maniobra de despegue.