Batasuna suma sus votos a PP y PSE y echa atrás los Presupuestos en comisión

El tripartito los llevará a pleno como voto particular pese a su casi segura derrota

Salvo sorpresas poco probables de última hora, el Gobierno no tiene ya margen para ver aprobados los Presupuestos para 2003. La antigua Batasuna, que ayer contribuyó a tumbar el proyecto en la Comisión de Economía, anunció ya que votará en contra también en el pleno parlamentario del día 27. Los radicales no llevarán siquiera enmiendas, lo que parece cerrar del todo la posibilidad de una negociación. Pese a tener casi asegurada la derrota, el tripartito no retiró el proyecto y lo llevará a pleno como voto particular, para que se evidencie la coincidencia de la oposición en el rechazo.

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Salvo sorpresas poco probables de última hora, el Gobierno no tiene ya margen para ver aprobados los Presupuestos para 2003. La antigua Batasuna, que ayer contribuyó a tumbar el proyecto en la Comisión de Economía, anunció ya que votará en contra también en el pleno parlamentario del día 27. Los radicales no llevarán siquiera enmiendas, lo que parece cerrar del todo la posibilidad de una negociación. Pese a tener casi asegurada la derrota, el tripartito no retiró el proyecto y lo llevará a pleno como voto particular, para que se evidencie la coincidencia de la oposición en el rechazo.

El Gobierno se verá derrotado con toda probablidad el próximo día 27, como admitió ayer después de que ayer la antigua Batasuna sumara finalmente sus votos a PP y PSE en la votación de los Presupuestos en comisión. La situación de empate a nueve parlamentarios entre los grupos de tripartito y la oposición en las comisiones fuerza la aplicación del voto ponderado y, con él, la visualización de la minoría del Ejecutivo, que suma en 36 escaños frentes a los 39 de PP, PSE y los radicales.

Pese al contratiempo operativo y la derrota política que supone el rechazo de unos Presupuestos, políticamente el Gobierno tiene muy clara su línea de defensa, ya que, de la misma forma que pone en evidencia su minoría, deja ver también que sólo la suma de los votos de la oposición democrática con los de la suspendida Batasuna puede con él.

El debate sobre las enmiendas transcurrió tan rápido -el grupo socialista no ha presentado este año enmiendas parciales y el PP retiró muchas de las suyas- que la comisión resolvió en una jornada lo que estaba programado para tres.

Incógnita despejada

La incógnita estaba en Batasuna, que todavía no había anunciado su postura y cuyos representantes no participaron en ninguna votación, salvo las de sus propias enmiendas. Todas resultaron derrotadas sistemáticamente por dos votos a favor (los suyos) frente a 16 en contra del resto de los grupos.

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De esta forma los partidos del Gobierno fueron rechazando cómodamente todas las enmiendas de los radicales y el PP y aprobaron 23 modificaciones propias. Entre ellas, estaba una partida de 75 millones para Udalbiltza y un incremento para finaciación extraordinaria de los partidos políticos y dos relativas a las ikastolas y al programa Irale, similares a otras presentadas por la antigua Batasuna, pero con menor dotación presupuestaria. Esa coincidencia llevó a su portavoz, Joseba Álvarez, a tantear una posible transacción, que no se dio. En todo caso, las enmiendas aprobadas en comisión carecen de valor y no quedan incorporadas, ya que el texto en su conjunto fue rechazado. El tripartito las tendrá que llevar también a pleno y someterlas de nuevo a votación.

La no participación de Batasuna en las votaciones de las enmiendas, que favorecía al tripartito y mantenía aún el misterio sobre el resultado final, varió a la hora de votar el articulado del proyecto. La formación de Otegi se opuso y lo mismo hizo con la votación unitaria de la ley en su integridad. "Queda rechazada la aprobación del proyecto de Ley de Presupuestos", tuvo que sentenciar el presidente de la comisión, el peneuvista Juan María Juaristi.

El propio Juaristi reconoció como hipótesis más probableque, "salvo una sorpresa de última hora", los Presupuestos están abocados a la derrota y el Gobierno obligado a la prórroga de los actuales. Éstos son el fruto de la caótica situación que se produjo el año pasado con la aprobación de sólo una parte de su contenido y la aplicación al resto de la prórroga de los presupuestos de 2001. Juristi adelantó su reproche a la coincidencia de la oposición contra el proyecto del Ejecutivo, que tachó de "grave". "Queda demostrado que la oposición no es capaz de crear una alternativa constructiva, pero sí destructiva, como hicieron hace un año, como han hecho hoy y como previsiblemente harán en el futuro", señaló.

Su situación de minoría provoca que el Gobierno sólo pueda sacar adelante sus propuestas en el Parlamento con al menos la abstención de un grupo. El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, descartó ayer a preguntas de este periodico cualquier replanteamiento de su postura de rechazo por el hecho de que Batasuna anuncie ahora el suyo.

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