Regañina de Piqué a los empresarios por no invertir más en investigación

El ministro exige al sector privado un esfuerzo equivalente al del Gobierno

El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, reprendió ayer públicamente a los empresarios por su escaso entusiasmo inversor en Investigación y Desarrollo (I+D). En un almuerzo coloquio celebrado en Barcelona, el presidente del Partido Popular de Cataluña dejó de lado el habitual tono halagador de los actos políticos y echó en cara a los empresarios -eso sí, con muy buenas palabras- que no apuesten a fondo por la innovación. Piqué contrapuso su actitud con el esfuerzo que a su juicio hace el Gobierno central.

Piqué intervino ante cerca de 400 personas, en su mayoría empresarios, en...

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El ministro de Ciencia y Tecnología, Josep Piqué, reprendió ayer públicamente a los empresarios por su escaso entusiasmo inversor en Investigación y Desarrollo (I+D). En un almuerzo coloquio celebrado en Barcelona, el presidente del Partido Popular de Cataluña dejó de lado el habitual tono halagador de los actos políticos y echó en cara a los empresarios -eso sí, con muy buenas palabras- que no apuesten a fondo por la innovación. Piqué contrapuso su actitud con el esfuerzo que a su juicio hace el Gobierno central.

Piqué intervino ante cerca de 400 personas, en su mayoría empresarios, en el foro de la Nueva Economía que organiza The Wall Street Journal. El ministro describió la historia de España como "la historia de un éxito", pero advirtió que la inversión en I+D es todavía una asignatura pendiente que, de no incrementarse, puede hipotecar este "éxito". De esta precariedad responsabilizó sin ambages en primer lugar a los empresarios. Lo hizo con la sonrisa en la cara y con un tono de gran amabilidad, pero les tiró de las orejas por no apostar tan decididamente por la innovación como en su opinión hace el Gobierno.

"[En innovación] se han hecho muchas cosas, pero ha hecho más esfuerzo el sector público que el privado", aseguró el ministro, quien advirtió que iba a ser "deliberadamente provocador". Piqué reconoció que su actitud no es muy común -"me atrevo a hacer lo contrario de lo que se suele hacer: decirles lo que creo que tienen que hacer"-, pero lo justificó por la importancia que en su opinión tiene que toda la sociedad se implique. De ello depende, dijo, que la historia de España siga siendo un "éxito".

Programas militares

Piqué abundó en la comparación entre el sector público y el privado, que aporta el 53% de la inversión en I+D en España, para exhortar a los empresarios a invertir más en investigación: "El sector público ha más que triplicado el esfuerzo en seis años y pese a ello las empresas innovadoras representan sólo el 20% del total", aseguró el ministro, quien consideró insuficiente este porcentaje. Obvió Piqué que el incremento del gasto público se ha producido especialmente a partir de programas militares: según cálculos del PSOE, el gasto en I+D asociado a proyectos militares ha pasado del 5% del total en 1996 al 52% en 2002.

Entre los asistentes se encontraban los dirigentes de las principales patronales -Juan Rosell, de Fomento; Josep González, de Pimec-Sefes-, así como una nutrida representación empresarial, que aplaudió su intervención.

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Piqué -que en su tarjeta de presentación fue presentado como honorable, el trato que suele darse a los consejeros- puso como ejemplo de proyecto innovador el plan ITER, una iniciativa internacional de investigación científica que estudia la viabilidad de generar energía mediante fusión nuclear. La central nuclear de Vandellòs (Baix Camp) compite con ciudades de Francia, Rusia, Japón y Canadá para acoger el proyecto, que implicaría una inversión de 4.700 millones de euros y la creación de 1.500 empleos.

Ayer, el grupo de negociadores del proyecto tuvo una jornada de trabajo en Barcelona y sendas reuniones con Piqué y con el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol. El ministro de Ciencia y Tecnología explicó que el presidente del Gobierno, José María Aznar, reclamará la semana que viene al presidente de Estados Unidos, Georges W. Bush, que apoye la propuesta de Vandellòs. El Gobierno de EE UU se desvinculó del proyecto hace unos años, pero tiene previsto incorporarse a él de nuevo.

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