Columna

'Perfume Ferrari'

Chaves tiene más moral que el Alcoyano. Pedirle a Aznar una explicación "coherente" por los graves hechos de Málaga es demasiado y más cuando en el Congreso, el propio Aznar, a preguntas sobre la actuación del Gobierno en el Prestige, con voz airada, lanzó el reto de que le demostraran que había habido descoordinación en su Gobierno. Con éstos y otros antecedentes, la petición de Chaves merecerá también una respuesta contundente: los trabajadores del campo deberían haber permanecido en su lugar natural, o sea, en el campo. Y si quieren protestar que lo hagan debajo de un olivo.

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Chaves tiene más moral que el Alcoyano. Pedirle a Aznar una explicación "coherente" por los graves hechos de Málaga es demasiado y más cuando en el Congreso, el propio Aznar, a preguntas sobre la actuación del Gobierno en el Prestige, con voz airada, lanzó el reto de que le demostraran que había habido descoordinación en su Gobierno. Con éstos y otros antecedentes, la petición de Chaves merecerá también una respuesta contundente: los trabajadores del campo deberían haber permanecido en su lugar natural, o sea, en el campo. Y si quieren protestar que lo hagan debajo de un olivo.

El pasado martes, en las calles de Málaga, vagaba el espíritu de Camilo Alonso Vega, aquel macabro ministro del palo y tente tieso. El espectáculo era patético. Justificar por el peligro terrorista que Málaga fuera tomada por más de mil policías nos trasladaba a aquellos años que todos queremos olvidar. Más de tres colegas paseando y entrabas en la nómina de los subversivos. Palo y tente tieso, con una mordaza en la boca. La protesta de los jornaleros en Málaga no es más que el inicio de lo que le espera a Aznar en Andalucía y a sus ministros si no da marcha atrás en el decretazo del PER. Aunque siempre le quedará una solución: enviar al ministro andaluz Arias Cañete, capaz de tragarse lo que le echen con tal de seguir en la espuma. Y con Prestigecañete, a su lado, Antonio Sanz, más entretenido en defender pasado, presente y futuro de Cajasur que de buscar soluciones para los miles de jornaleros andaluces.

Es de suponer que Aznar no se enteró de que Ángela, de Los Corrrales, o María, de Brenes o Antonia, de Humilladero lloraban de desesperación: no pudieron llegar a Málaga porque en Las Pedrizas la Guardia Civil inmovilizó a los jornaleros, no fueran a contaminar la cumbre.

De todos modos, Aznar, por la noche, en loor de multitudes, fue elevado a los altares en Marbella, mientras a su lado, en la misma mesa presidencial, se extendía una suave fragancia, algo conocido en Marbella como el perfume Ferrari, que tiene nombres y apellidos y que yo prefiero llamar perfume Testarosa. Es más propio.

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