Francia pide entre cinco y siete años para liberalizar la electricidad

Los hogares franceses tendrán derecho a elegir un proveedor de electricidad distinto de Eléctricité de France (EDF) "en una franja comprendida entre 2007 y 2009", según indicó ayer la ministra de Industria, Nicole Fontaine. Este plazo para la liberalización total de la electricidad es más largo que el deseado por la Comisión Europea (2005), pero retira la permanente oposición de París a todo compromiso sobre esta liberalización, intentando así una tercera vía entre la defensa numantina del monopolio y las presiones de los más liberalizadores.

Francia quiere evitar quedarse en minoría el...

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Los hogares franceses tendrán derecho a elegir un proveedor de electricidad distinto de Eléctricité de France (EDF) "en una franja comprendida entre 2007 y 2009", según indicó ayer la ministra de Industria, Nicole Fontaine. Este plazo para la liberalización total de la electricidad es más largo que el deseado por la Comisión Europea (2005), pero retira la permanente oposición de París a todo compromiso sobre esta liberalización, intentando así una tercera vía entre la defensa numantina del monopolio y las presiones de los más liberalizadores.

Francia quiere evitar quedarse en minoría el 25 de noviembre, con ocasión del próximo Consejo de Ministros de Energía de la UE, en el que se fijará la fecha para completar la apertura de los mercados energéticos de Europa. Una vez acordada la de 2004 para los clientes industriales, abrir el mercado de los particulares representa una decisión difícil para la empresa estatal EDF, y de consecuencias políticas sensibles para el Gobierno si la opinión pública rechazara la operación.

El ejecutivo tendrá dificultades para vender el proyecto a la opinión pública y convencer a los empleados de las empresas estatales de electricidad y gas de la necesidad de cambiar su estatuto, con las consecuencias que esto implica para los ventajosos regímenes de pensiones de que disfrutan.

Empleados y jubilados

La reforma concierne a unas 300.000 personas, entre empleados en activo y jubilados, para los cuales se estudia cómo repartir la carga de los compromisos adquiridos, que se estima representan un pasivo de unos 53.000 millones de euros. El 3 de octubre ya se produjo un primer aviso en las calles, cuando 60.000 empleados de las dos empresas (EDF y GDF) se manifestaron en defensa de sus derechos adquiridos y en contra de cualquier privatización.

Todas estas razones avalan la posición adoptada por el Gobierno de París, que sugiere a sus homólogos "un plazo razonable" para la liberalización total. A ello agrega dos precauciones suplementarias: que se haga un balance de la apertura del mercado de clientes industriales, para medir el efecto que haya tenido esa medida sobre los precios y el acceso al mercado, y que se permita prepararse a las empresas del sector, en este caso EDF.

El Consejo de Ministros de la UE no necesita a Francia para fijar la fecha de la liberalización, que puede decidirse por mayoría cualificada, pero la comisaria europea de Energía, Loyola de Palacio, reaccionó ayer con moderada satisfacción a la postura adoptada por Nicole Fontaine.

El proyecto de ley relacionado con el "cambio de estatuto" de EDF está retenido por el Gobierno de París, al igual que otros proyectos de privatización o de reducción del capital público en diversas empresas. Pero el Ministerio de Economía y Finanzas no descarta volver a planteárselo a lo largo del año próximo.

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