Reportaje:

Dispuestos a proteger la 'panza' de Airbus

Sacesaaprueba una inversión de 40 millones para hacerse con el encargo del fabricante

Hace apenas siete años, sólo el dinero público inyectado por el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) y CASA permitió la supervivencia de HTC, una empresa auxiliar aeronáutica que estaba en punto muerto. La firma sevillana se convirtió entonces en Sociedad Andaluza de Componentes Especiales (Sacesa) y empezó a remontar el vuelo con la fabricación de componentes estructurales de fibra de carbono y elementos metálicos para aviones. Primero fueron las subcontratas que le endosó CASA del consorcio europeo Airbus (A320 y A340). Luego, su especialización le permitió beneficiarse de otros co...

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Hace apenas siete años, sólo el dinero público inyectado por el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) y CASA permitió la supervivencia de HTC, una empresa auxiliar aeronáutica que estaba en punto muerto. La firma sevillana se convirtió entonces en Sociedad Andaluza de Componentes Especiales (Sacesa) y empezó a remontar el vuelo con la fabricación de componentes estructurales de fibra de carbono y elementos metálicos para aviones. Primero fueron las subcontratas que le endosó CASA del consorcio europeo Airbus (A320 y A340). Luego, su especialización le permitió beneficiarse de otros contratos internacionales (timones para Boeing, piezas del lanzador espacial Ariane V, estabilizadores para Dornier). Sacesa abandonó, modestamente, los números rojos. Pero ahora, la firma sevillana tiene que dar un brutal salto de dimensión para hacer frente a un encargo colosal: realizar los paneles de fibra de carbono que cubrirán la panza del A380, el gigante de 555 plazas con el que Airbus competirá con Boeing por la supremacía en la aviación civil.

Para 2008, la empresa cuenta con haber duplicado su plantilla (ahora, 112 personas) y triplicado su facturación, hasta los 40 millones de euros

El crecimiento exponencial de Sacesa corre en paralelo a la avalancha de proyectos con los que Airbus ha agraciado a la industria aeronáutica andaluza, centrada en Sevilla y Cádiz. El ensamblaje del A400M, avión de transporte militar, y la fabricación y montaje de varias piezas del A380 consolidarán 10.000 nuevos empleos a finales de esta década y llevarán al sector andaluz a superar los 35.000 puestos de trabajo, con una inversión prevista de casi 600 millones de euros en los próximos años. En este momento efervescente, Sacesa está llamada a jugar un papel central: el contrato para cubrir las tripas del A380 le califica como subcontratista de primer nivel ante Airbus, Boeing o Bombardier.

A Sacesa le falta muy poco para situarse en la pista de despegue. El contrato con Airbus se firmará antes de fin de año, una vez que la firma sevillana ha ido cumpliendo todas las condiciones que exigía el consorcio europeo. El consejero andaluz de Desarrollo Tecnológico, José Antonio Viera, impulsó a principios de año una operación para conseguir un mullido colchón financiero que permitiera afrontar las costosas inversiones necesarias. Con la complicidad del presidente de El Monte, José María Bueno Lidón, que antes de ocupar el cargo en la caja trabajó en la consejería, amplió el capital social de Sacesa hasta los 7,5 millones de euros: además de El Monte, entraron Unicaja y Caja San Fernando. Las cajas controlan ahora el 40% de la firma, el IFA se quedó con el 40% y CASA rebajó su cuota hasta el 20%.

La participación de las cajas es esencial para financiar los planes de expansión de Sacesa, que ha aprobado una inversión de 40 millones de euros para ampliar sus instalaciones y comprar el material necesario. El Gobierno y la Junta subvencionarán el 35% de esta operación, y el resto se cubrirá con créditos de las entidades financieras. Con este dinero, Sacesa casi duplicará la superficie ocupada por sus naves, hasta los 18.000 metros cuadrados. Los operarios necesitarán al menos 300 metros cuadrados para operar con cada uno de los paneles.

El primer A380, de un programa que cuenta con medio millar de pedidos, tendrá que entregarse a finales de 2004. Los responsables de Sacesa calculan que en 2008 alcanzarán una cadencia de producción que permitirá dotar de paneles a cuatro aviones al mes. Para entonces, cuentan con haber duplicado su plantilla (ahora, 112 personas) y triplicado su facturación hasta los 40 millones de euros anuales. Pero la firma sevillana no quiere pararse ahí: aspira a que Boeing le otorgue antes de fin de año el contrato que la disolución de Andalucía Aeroespacial ha dejado en el aire, y ha constituido con Sadiel (participada por Endesa y varias cajas) una firma de ingeniería para competir en concursos internacionales de diseño aeronáutico. El objetivo de la Junta es repetir en Andalucía la historia que ha protagonizado en los últimos años la vasca Gamesa.

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