Reportaje:

Josu Ternera, una vida en fuga

Los servicios antiterroristas creen que el ex jefe de ETA no se ha reincorporado a la dirección de la banda

La primera vez que huyó tenía 21 años. Ahora tiene 51 y acaba de escaparse otra vez. En 1990, apenas un año después de que fuera detenido por la policía francesa, José Antonio Urruticoechea Bengoechea, más conocido por Josu Ternera, dijo alto y claro ante un tribunal de París: "He sido, soy y seré militante de ETA, y estoy orgulloso de ello". Tras pasar 11 años en la cárcel -siete en prisiones francesas y el resto en España-, el antiguo jefe de la organización terrorista salió en libertad el 14 de enero de 2000 y se incorporó inmediatamente al Parlamento vasco, donde había obtenido acta de dip...

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La primera vez que huyó tenía 21 años. Ahora tiene 51 y acaba de escaparse otra vez. En 1990, apenas un año después de que fuera detenido por la policía francesa, José Antonio Urruticoechea Bengoechea, más conocido por Josu Ternera, dijo alto y claro ante un tribunal de París: "He sido, soy y seré militante de ETA, y estoy orgulloso de ello". Tras pasar 11 años en la cárcel -siete en prisiones francesas y el resto en España-, el antiguo jefe de la organización terrorista salió en libertad el 14 de enero de 2000 y se incorporó inmediatamente al Parlamento vasco, donde había obtenido acta de diputado por Euskal Herritarrok, la marca electoral de Herri Batasuna durante la tregua. Sólo dos semanas después, y ante el estupor general, el veterano terrorista participó en la comisión de Derechos Humanos de la Cámara autonómica. Todo el mundo recordó entonces que Ternera había sido el principal jefe de ETA durante los años 1987 y 1988 y que en ese plazo la organización terrorista había asesinado a 71 personas, entre ellas las 21 de Hipercor y las 11 del cuartel de la Guardia Civil de Zaragoza.

No se descarta que el parlamentario de Batasuna esté planeando un golpe de efecto

Ahora, cuando de nuevo la policía va tras la pista de un terrorista que pasó más de 20 años de su vida en la clandestinidad, cobran plena vigencia aquellas palabras suyas ante un tribunal de París: "...Soy y seré de ETA".

¿Se ha reincorporado Josu Ternera a la dirección de la banda? Aunque con las debidas precauciones, los servicios antiterroristas consideran que no. Se inclinan más bien por otorgar credibilidad a las palabras de su abogada, la también diputada de Batasuna Jone Goirizelaia, quien declaró el jueves que "dentro de poco" se tendrán noticias de "los lugares donde está y de las actividades que está desarrollando", llegando a insinuar que puede comparecer públicamente.

¿Por qué huyó entonces? El ex jefe de ETA tenía que haber acudido el pasado día 6 al Tribunal Supremo para declarar sobre su presunta participación en el atentado contra la casa cuartel de Zaragoza, donde en 1987 -coincidiendo con la etapa en que dirigía la banda- murieron seis adultos y cinco niños. En vez de ir al Supremo, Ternera publicó una carta en Gara, el diario afín a ETA, donde anunciaba su intención de no acudir y calificaba el proceso de "farsa". El magistrado José Ramón Soriano optó, no obstante, por darle otra oportunidad y, en vez de ordenar su detención, le concedió una semana más de plazo y lo citó para el día 13. Al no presentarse por segunda vez, el juez todavía tardó otras 30 horas en dictar una orden internacional de busca y captura.

La sensación de ridículo es grande. El Gobierno del PP, que pretendía dar un escarmiento a Ternera, se queja de que el magistrado del Supremo no actuó con la diligencia debida. Los servicios antiterroristas consideran por su parte que el Gobierno debería haberles advertido del proceso contra Ternera para así haberlo podido someter a una discreta vigilancia. No descartan además que el parlamentario de Batasuna pueda estar planeando un golpe de efecto y que incluso intente continuar con su actividad parlamentaria desde el extranjero. Fuentes del Parlamento vasco confirmaron a este periódico que ese extremo es del todo posible. Aunque el presidente del Parlamento, Juan María Atutxa, ya ha iniciado los trámites para retirar el sueldo a Josu Ternera, éste es todavía diputado a todos los efectos. De hecho, puede hacer uso del sistema de firma digital certificada y mandar desde cualquier ordenador del mundo sus iniciativas parlamentarias. Si optara por esa vía, se daría un caso verdaderamente curioso: un diputado fugitivo que presenta una enmienda vía Internet mientras pesa sobre él una orden internacional de busca y captura.

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José Antonio Urrutikoetxea, Josu Ternera, durante un acto político.EFE

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