OPINIÓN DEL LECTOR

Vivimos bien

La nuestra es una sociedad que se siente razonablemente satisfecha con su nivel de vida. Vivimos bien, decimos. Pero a poco que nos fijemos (¡qué importancia tiene la mirada!), nos daremos cuenta de que ese bienestar es ficticio, porque lo cierto es que en Euskadi no todos disfrutamos de la misma libertad.

El nuestro es el único país de Europa en el que la oposición política debe ir escoltada, el número de colectivos sociales amenazados es cada vez mayor y la amenaza terrorista se hace extensible a todo aquel que se opone a la estrategia totalitaria de ETA y su entorno.

En fechas...

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La nuestra es una sociedad que se siente razonablemente satisfecha con su nivel de vida. Vivimos bien, decimos. Pero a poco que nos fijemos (¡qué importancia tiene la mirada!), nos daremos cuenta de que ese bienestar es ficticio, porque lo cierto es que en Euskadi no todos disfrutamos de la misma libertad.

El nuestro es el único país de Europa en el que la oposición política debe ir escoltada, el número de colectivos sociales amenazados es cada vez mayor y la amenaza terrorista se hace extensible a todo aquel que se opone a la estrategia totalitaria de ETA y su entorno.

En fechas recientes se ha conmemorado el quinto aniversario del Museo Guggenheim, motor, dicen, del nuevo Bilbao. La víspera de su inauguración, ETA asesinó al ertzaina Txema Agirre, y es en la plaza que lleva su nombre, delante del museo, donde Gesto por la Paz realizó el pasado sábado día 9, un acto en contra de la violenta e inhumana persecución ejercida por el entorno etarra contra todo aquel que no comparte su estrategia de muerte. Estoy convencida de que nuestro deber como ciudadanos es apoyar a todas aquellas personas cuyo trabajo hace de la democracia un ejercicio posible, porque, de lo contrario, estaremos renunciando a nuestra propia libertad.

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