Iztueta abre las becas a más escolares al subir un 7% el nivel de renta para pedirlas

El Departamento de Educación ha abierto a más escolares la posibilidad de que se acojan a becas durante este curso al aumentar en un 7% el umbral de renta exigido a sus familias para que puedan solicitarlas. Es el primer paso de una reforma más amplia del sistema de ayudas en la que trabaja el departamento para adecuarlo a la nueva realidad social, donde la familia tradicional ha dado paso a otras variantes. La queja de las asociaciones de padres es que las becas sólo atienden a los más pobres y no a los ciudadanos con rentas medias que también las necesitan.

Hasta el curso pasado, una ...

El Departamento de Educación ha abierto a más escolares la posibilidad de que se acojan a becas durante este curso al aumentar en un 7% el umbral de renta exigido a sus familias para que puedan solicitarlas. Es el primer paso de una reforma más amplia del sistema de ayudas en la que trabaja el departamento para adecuarlo a la nueva realidad social, donde la familia tradicional ha dado paso a otras variantes. La queja de las asociaciones de padres es que las becas sólo atienden a los más pobres y no a los ciudadanos con rentas medias que también las necesitan.

Hasta el curso pasado, una familia con un hijo no debía superar unos ingresos de 6.442 euros anuales para poder solicitar la beca. Con la nueva disposición, este curso 2002-2003 ese umbral de renta para una familia con un hijo se sitúa en los 6.894 euros.

Por otra parte, el departamento también ha aumentado una media de un 4% las cuantías de las becas. En el caso concreto de las ayudas para comprar material didáctico esa subida es superior. Así, en la etapa de Educación Infantil pasa de los 60,10 euros del curso anterior a los 64,1% del actual; en Primaria, de 69,16 a 102 y en Secundaria, de 114,19 a 120.

La consejera de Educación, Anjeles Iztueta, presentó estas novedades durante su comparecencia ante la comisión de Educación del Parlamento, a la que acudió para explicar el funcionamiento del sistema de becas y su rechazo a la gratuidad de los libros de texto, entre otras cuestiones. El departamento repartió 18,4 millones de euros en becas no universitarias y 19,2 millones para los universitarios a lo largo del curso 2001-2002. Para el 2002-2003, el desembolso será algo mayor: 18,9 millones para las becas no universitarias y 20,7 para las de la universidad.

Iztueta rechazó de plano abrir una línea de financiación de los libros escolares (el principal gasto para los padres) que paulatinamente concluya a su gratuidad, tal y como le exigieron en la comisión el PP y el PSE. Según Iztueta, 'no sería justo'. La consejera apostó por mantener el actual sistema de becas y ayudas, que se conceden según el nivel de renta de los padres. Sin embargo, reconoció que este sistema necesita una revisión para ajustarlo mejor al paulatino surgimiento de nuevos tipos de familia en la sociedad vasca, desde las monoparentales hasta las formadas por miembros del mismo sexo.

Los partidos de la oposición, PP y PSE, consideraron insuficiente la reforma. El portavoz del PP, Iñaki Oyarzabal, incluso calificó de 'engaño' a los padres el aumento del nivel de renta para acogerse a las becas porque 'apenas va a tener repercusión. Pocas familias más van a poder acceder a las ayudas, con lo que el impacto de la medida va a ser de cero patatero'.

La representante del PSE, Isabel Celaá, también mostró su contrariedad ante la negativa del departamento a tender hacia la gratuidad de los libros escolares según la renta de los ciudadanos.

Tanto PSE como PP pusieron como ejemplo la campaña desarrollada por la Diputación de Álava para este curso, que ha emprendido en solitario la financiación de los libros para todos los escolares. Se trata de una iniciativa sin precedentes, puesto que las ayudas se conceden con un carácter universal, es decir, sin tener en cuenta lo que ganan los padres. La cuantía de estas subvenciones permite a los padres pagar la mitad de lo que cuestan los libros por cada hijo.

Por otra lado, Iztueta reiteró el compromiso de su departamento de hacerse cargo del déficit que arrastra la Universidad del País Vasco (UPV) siempre y cuando el rectorado le remita los principales datos. Ante estas afirmaciones la UPV emitía anoche un comunicado puntualizando que siempre ha proporcionado toda la información que le ha sido requerida, y considera 'una irresponsabilidad imputar a la institución universitaria una negligencia que no ha cometido'.