Desconcierto
La negativa del BCE a bajar los tipos de interés ha sumido a los inversores europeos en el desconcierto más absoluto, al tiempo que en Estados Unidos se impone la opinión de que la economía está peor de lo que se esperaba, lo cual también ha provocado una importante retirada de los inversores.
Si algo les faltaba a los inversores españoles para que sus problemas fueran lo suficientemente grandes, el pulso entre el FMI y Argentina amenaza con llevar a este país a la suspensión de pagos.
Los cinco principales valores del mercado español cayeron entre el 2,65% y el 6,71%, lo que hiz...
La negativa del BCE a bajar los tipos de interés ha sumido a los inversores europeos en el desconcierto más absoluto, al tiempo que en Estados Unidos se impone la opinión de que la economía está peor de lo que se esperaba, lo cual también ha provocado una importante retirada de los inversores.
Si algo les faltaba a los inversores españoles para que sus problemas fueran lo suficientemente grandes, el pulso entre el FMI y Argentina amenaza con llevar a este país a la suspensión de pagos.
Los cinco principales valores del mercado español cayeron entre el 2,65% y el 6,71%, lo que hizo perder el 3,22% al Ibex 35. El índice general de la Bolsa de Madrid bajó el 2,76%.
Los datos conocidos ayer para la eurozona, el crecimiento del 0,4% del PIB en el segundo trimestre, con expectativas de subir el 0,2% y 0,5% en el tercero y el cuarto, respectivamente, junto con el crecimiento nulo del IPC de octubre en Alemania, hacían más difícil comprender la decisión de los responsables del BCE. Al otro lado del Atlántico se publicaba el incremento de la productividad en el tercer trimestre en Estados Unidos, con un 4%, debido sobre todo a los costes laborales, que sólo subieron el 0,8% en ese periodo debido a los numerosos despidos realizados por las empresas. Esta mejora de la productividad, a la que Greenspan se aferraba hace pocos días, no se ha traducido en un aumento de la actividad económica, de ahí la urgencia de la Reserva Federal en utilizar un plan de choque.
La cotización del dólar se acercó hasta 1,01 unidades por euro, lo que planteará problemas inmediatos a los países exportadores de la UE, en especial a Alemania, cuya Bolsa llegó a perder más del 4,6% en algunos momentos. París bajó el 3,15% y Londres el 0,55%.
La contratación en el Mercado Continuo descendió hasta los 1.626,14 millones de euros, con muy pocas operaciones institucionales.