Nuevas perspectivas terapéuticas

Las farmacias españolas dispondrán a partir de enero de un nuevo fármaco que mejorará la calidad de vida de los enfermos de Alzheimer que estén en fases moderadamente graves. Desde que la Agencia Europea del Medicamento aprobó en mayo el nuevo compuesto de memantina, se viene administrando con éxito en Alemania, el Reino Unido y Suecia. En España se prevé que lo comercialicen con nombres distintos los laboratorios Lundbeck y Andrómaco. Los expertos que participaron en el Congreso Internacional de Alzheimer celebrado en Barcelona del 23 al 26 de octubre consideran que el nuevo fármaco resulta e...

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Las farmacias españolas dispondrán a partir de enero de un nuevo fármaco que mejorará la calidad de vida de los enfermos de Alzheimer que estén en fases moderadamente graves. Desde que la Agencia Europea del Medicamento aprobó en mayo el nuevo compuesto de memantina, se viene administrando con éxito en Alemania, el Reino Unido y Suecia. En España se prevé que lo comercialicen con nombres distintos los laboratorios Lundbeck y Andrómaco. Los expertos que participaron en el Congreso Internacional de Alzheimer celebrado en Barcelona del 23 al 26 de octubre consideran que el nuevo fármaco resulta eficaz al cabo de un año de tratamiento porque alivia los síntomas. Los pacientes notan mejoría en su capacidad cognitiva, su aspecto y su conducta, y ganan autonomía, todo lo cual aligera el peso de sus cuidadores. En España, uno de cada 20 ciudadanos mayores de 65 años padece Alzheimer y dos de cada 1.000 lo desarrollan antes de esa edad. La mitad de los octogenarios lo sufren.

La novedad del medicamento radica en que frena el exceso de glutamato que genera el cerebro del paciente de Alzheimer en fases avanzadas, mientras que los tres fármacos disponibles en la actualidad están indicados para las primeras fases de la enfermedad. En opinión del profesor de neurología José Manuel Martínez-Lage, posiblemente dentro de tres años se recetarán de forma combinada para los pacientes en fases leves uno de estos tres medicamentos junto con el nuevo. Los precios de todos los medicamentos que se administran a los enfermos suponen un gasto por paciente y día de entre cuatro y cinco euros.

Si combatir las demencias seniles es un objetivo ampliamente compartido, también es cierto que el tratamiento en las fases terminales plantea una serie de problemas éticos. Mientras que el objetivo de detener en lo posible el avance de la enfermedad no plantea ningún problema, no está tan claro para algunos si al final del proceso es conveniente facilitar medicinas que alarguen innecesariamente la vida del paciente, pues supone alargar su agonía. El médico Rafael Blesa, coordinador general del congreso, constata que este debate se da entre los médicos, aunque especialistas como Martínez-Lage se muestran tajantes: 'En este caso, el fármaco no alarga la vida innecesariamente porque no estamos hablando de enfermos terminales, sino en fase moderadamente grave. No es, por tanto, un tratamiento fútil, sino útil'.

De momento no existen tratamientos capaces de curar el Alzheimer. Los expertos calculan que aún habrá que esperar entre 15 y 20 años más para que sea posible curar esta temida demencia, a tenor de los conocimientos que se tienen por el momento.

En octubre del 2001 se empezó a ensayar una vacuna contra el Alzheimer en una muestra de 300 enfermos. Hubo que suspenderla porque, según explica Martínez-Lage, tuvo graves consecuencias encefalíticas para el 5% de ellos (uno de los pacientes falleció, varios empeoraron, otros presentaban secuelas y otros se recuperaron).

Mientras se continúa investigando, existen fármacos en perspectiva, como el antiagregante plaquetario triflusal, que tiene propiedades antiinflamatorias y está dando buenos resultados en los ensayos clínicos. Según el profesor Martínez-Lage, los enfermos responden bien en todos los casos durante periodos mínimos de dos años.

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