OPINIÓN DEL LECTOR

Campus de Rabanales

Mi carta va dirigida a poner sobre la mesa el problema que se nos viene encima a los universitarios de la Universidad de Córdoba que estudiamos en el Campus de Rabanales por la parada del servicio de trenes de Córdoba-Rabanales debido a un problema en el entramado de las vías, de aquí a finales de octubre, ya que para la gran mayoría ello supone tener que dejar de asistir a las clases al no disponer de otro medio de transporte y debido, sobre todo, al vacío que parecen tener tanto RENFE (la principal inculpada y, por tanto, la que debería ponernos el mejor remedio), como el propio Rectorado a ...

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Mi carta va dirigida a poner sobre la mesa el problema que se nos viene encima a los universitarios de la Universidad de Córdoba que estudiamos en el Campus de Rabanales por la parada del servicio de trenes de Córdoba-Rabanales debido a un problema en el entramado de las vías, de aquí a finales de octubre, ya que para la gran mayoría ello supone tener que dejar de asistir a las clases al no disponer de otro medio de transporte y debido, sobre todo, al vacío que parecen tener tanto RENFE (la principal inculpada y, por tanto, la que debería ponernos el mejor remedio), como el propio Rectorado a la hora de pensar en ofrecernos un servicio de autobuses alternativo durante el tiempo que las vías estén inutilizadas y con una frecuencia suficiente para no dejarnos incomunicados tanto en el sentido Córdoba-Rabanales como en el contrario. Por supuesto, obvia siquiera nombrar que con el único autobús de línea de Aucorsa es totalmente imposible que tal volumen de estudiantes vaya regularmente y a tiempo al campus.

Los estudiantes y, de hecho, los clientes y usuarios nos vemos totalmente desamparados una vez más por no saber dónde acudir, cuando sentimos que tanto la Universidad como RENFE se exculpan de su responsabilidad y la delegan en el otro. Que esto llegue a los organismos pertinentes sería el deseo de todos para que se buscara una solución, más allá que la simple devolución del importe de los billetes durante el paro del servicio.

La problemática se extiende, además, al hecho de que la frecuencia de los trenes y/o el número de vagones existentes en las horas punta es absolutamente inferior a la cantidad de estudiantes que acudimos, con el peligro intrínseco que ello supone. Año tras año, este número se ve incrementado por la llegada de nuevos cursos y el traslado paulatino del resto de facultades y escuelas al campus universitario. Así que, año tras año, el servicio de trenes debería irse adecuando a las nuevas necesidades (y no sólo con una subida semestral-anual de las tarifas de viaje). Por lo pronto, nos enfrentamos ya a un lunes en el que no sabemos muy bien qué es lo que va a pasar y cómo nos encontraremos dentro de tal problema. Ojalá se resolviera de la mejor manera posible.

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