'¿Cuándo nos vamos nosotros?'

La Comunidad ofrecerá pisos de alquiler barato a las 100 familias españolas que aún habitan El Salobral

El canto de los gallos despertó ayer a los españoles que viven en El Salobral. A las ocho de la mañana, mientras dos centenares de rumanos recogían sus escasas pertenencias y dejaban un rastro de pan duro, juguetes rotos y zapatos sucios tras de sí, el pequeño Emilio se levantó, se peinó con agua todo el pelo menos un mechón rebelde, y se preparó para ir al colegio, ajeno al ruido de mudanza de sus vecinos de la otra parte de Europa.

El poblado de El Salobral era ayer un mundo dividido en dos, donde dentro de la suciedad que impera en la zona, los chabolistas españoles viven ...

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El canto de los gallos despertó ayer a los españoles que viven en El Salobral. A las ocho de la mañana, mientras dos centenares de rumanos recogían sus escasas pertenencias y dejaban un rastro de pan duro, juguetes rotos y zapatos sucios tras de sí, el pequeño Emilio se levantó, se peinó con agua todo el pelo menos un mechón rebelde, y se preparó para ir al colegio, ajeno al ruido de mudanza de sus vecinos de la otra parte de Europa.

El poblado de El Salobral era ayer un mundo dividido en dos, donde dentro de la suciedad que impera en la zona, los chabolistas españoles viven mejor.

La zona rumana era bullicio, alegría y suciedad. La española, organizada, más limpia y dividida en calles con nombres de letras, vivía en silencio la mudanza de sus vecinos. Un silencio que se rompió con una pregunta al aire, varias veces repetida: 'Y nosotros, ¿cuándo nos vamos?'.

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Samara y Mercedes, dos gitanas menores de 20 años pero ya casadas y con hijos, recorrieron la parte rumana cuando las familias ya iban camino de Cañada de los Canteros. 'Menos mal que se han ido', afirmaban, 'porque aquí no mantenían su zona del poblado muy limpia. Mira cómo tenían todo esto'.

Mercedes y Samara aprovecharon que ya no quedaba nadie en la zona desmantelada para llevarse parte de lo que los rumanos habían dejado atrás: un pequeño ordenador para niños roto y un perro de juguete.

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En El Salobral quedan 100 familias que serán realojadas en pisos de la Comunidad de Madrid en pisos de bajo alquiler antes de que termine 2003, según informó un portavoz del Instituto de Realojamiento e Integración Social (IRIS). Pero la partida de los rumanos activó las prisas de los que siguen allí esperando bajo el frío. La presencia de desconocidos en la zona reavivaba las esperanzas: '¿Sois las de la Comunidad?', preguntaban. 'Es que aquí hace frío, y yo tengo tres hijos. Los niños se mueren porque no tenemos luz. ¿Cuándo tendremos nuestros pisos?'.

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