La policía busca la mano de la Cibeles en descampados y parques de Vallecas

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano (PP), afirmó ayer que el Ayuntamiento está estudiando colocar cámaras de videovigilancia en la plaza de Cibeles para preservar a la estatua de nuevos ataques. Estas cámaras, que ya funcionan desde el pasado junio en el Museo al Aire Libre de la Castellana, necesitan el permiso de la Delegación del Gobierno y de la Comisión de Videovigilancia. Mientras, la dueña del vehículo identificado por el testigo de la rotura de la mano negó ayer en comisaría que su vehículo estuviera la madrugada del sábado en la plaza.

La madrugada del sábado, ...

El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano (PP), afirmó ayer que el Ayuntamiento está estudiando colocar cámaras de videovigilancia en la plaza de Cibeles para preservar a la estatua de nuevos ataques. Estas cámaras, que ya funcionan desde el pasado junio en el Museo al Aire Libre de la Castellana, necesitan el permiso de la Delegación del Gobierno y de la Comisión de Videovigilancia. Mientras, la dueña del vehículo identificado por el testigo de la rotura de la mano negó ayer en comisaría que su vehículo estuviera la madrugada del sábado en la plaza.

La madrugada del sábado, un grupo de jóvenes, según un testigo, se metió en la fuente de la Cibeles. Uno de ellos, tratando de encaramarse a la cabeza de la estatua, rompió el brazo izquierdo. El alcalde se refirió al incidente ayer y señaló que piensa en poner cámaras para evitar otro ataque. 'Las cámaras cuestan mucho dinero, más de lo que puede suponer la restauración del monumento, pero las que hemos puesto en el Museo al Aire Libre afortunadamente sirven para proteger ese patrimonio, así que hablaremos con Delegación del Gobierno para ver si es posible instalarlas en Cibeles', señaló ayer Álvarez del Manzano.

El pasado 25 de junio comenzaron a grabar las cámaras de videovigilancia en el Museo al Aire Libre de la Castellana. Desde la promulgación de la Ley de Videovigilancia en 1997 es la primera vez que este sistema es instalado en la región. El concejal de Vivienda y Rehabilitación Urbana, Sigfrido Herráez, había solicitado dos años antes permiso a la Delegación del Gobierno y a la Comisión de Videovigilancia para que le dejasen instalar las cámaras y evitar así los numerosos actos vandálicos de los que han sido objeto en los últimos años las 17 obras que forman el conjunto escultórico.

Álvarez del Manzano descartó otras medidas. 'La Cibeles debe dejarse tal como está, protegerla con vallas obligaría a hacer lo mismo con todos los monumentos de la ciudad, y tenemos que permitir que sean visibles y que los disfruten los ciudadanos', señaló el regidor.

El concejal de Rehabilitación Urbana, Sigfrido Herráez, señaló que la videovigilancia sólo se instalará en Cibeles si los ataques son continuos. 'La última vez que la estatua sufrió una agresión fue en 1994, hace ocho años. Si en breve se produjesen otros ataques, entonces nos plantearíamos instalar cámaras de videovigilancia', apuntó Herráez.

Dique seco

Las investigaciones de la policía han entrado en dique seco. M. J. M., de 34 años, la propietaria del vehículo que, según un testigo, sirvió a los culpables para huir de la plaza, declaró ayer que su vehículo estuvo aparcado toda la madrugada del sábado junto a su domicilio, en el barrio vallecano de Santa Eugenia.

De hecho, el turismo, un Seat Marbella blanco con matrícula de Madrid, estaba estacionado todavía en ese punto. La afectada señaló que no había tenido ninguna relación con los hechos, ya que su marido y ella estuvieron juntos toda la madrugada. Ahora el vehículo quedará a disposición de la Brigada de Policía Científica que analizará el interior en busca de huellas y de posibles restos de granito procedentes de la Cibeles.

El análisis policial supondrá que la dueña del turismo se quedará sin él durante al menos una semana. 'El perfil de la mujer no nos ha parecido el de alguien que se dedique a romper esculturas', señalaron las citadas fuentes policiales.

El error parte de que el testigo anotó el número de matrícula del coche. La policía sospecha que pudo producirse un baile de cifras y que el testigo se equivocara. 'El trabajo ahora será mucho más arduo, porque habrá que comprobar muchas matriculas e interrogar a mucha gente', explicaron las fuentes policiales.

Agentes de la Policía Municipal rastrearon un descampado cercano a la vivienda de la propietaria del vehículo. Los policías llegaron a vaciar un contenedor de basura en la calle de Calero Pita, ya que pensaron que en su interior podría estar el brazo de la escultura.

Por otra parte, el jefe Superior de Policía de Madrid, Juan Bautista Zurera, ha abierto un expediente informativo para investigar si hubo descoordinación entre los agentes del Cuerpo Nacional de Policía y de la Policía Municipal, ya que los primeros pasaron el aviso la madrugada del sábado de que había un grupo de jóvenes en la Cibeles. Supuestamente, no acudió ningún patrulla.