'La economía parece haber aguantado bien estos golpes'

El presidente del banco emisor estadounidense no entró ayer en el estado general de la economía, en gran parte debido al auditorio ante el que comparecía, el comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, y también porque no cree que haya sustanciales novedades sobre lo que ya dijo a los congresistas en julio.

Tras referirse a los problemas de los últimos meses, Greenspan reiteró una idea ya conocida: 'Hasta ahora la economía parece haber aguantado bien estos golpes, aunque todavía quedan efectos depresivos'. Son esos efectos depresivos los que continuarán influyendo sobre las pe...

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El presidente del banco emisor estadounidense no entró ayer en el estado general de la economía, en gran parte debido al auditorio ante el que comparecía, el comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes, y también porque no cree que haya sustanciales novedades sobre lo que ya dijo a los congresistas en julio.

Tras referirse a los problemas de los últimos meses, Greenspan reiteró una idea ya conocida: 'Hasta ahora la economía parece haber aguantado bien estos golpes, aunque todavía quedan efectos depresivos'. Son esos efectos depresivos los que continuarán influyendo sobre las perspectivas presupuestarias deficitarias de años venideros, diagnosticó Greenspan.

Una década que se esperaba cerrar con un superávit de cinco billones de dólares, aunque el año fiscal que ahora concluye se sitúa en números rojos que rondan los 160.000 millones, debido a los gastos en seguridad, los estímulos fiscales a la economía y a los controvertidos recortes en los impuestos.

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Pronóstico equivocado

La Administración consiguió que se aprobara en enero de 2001 una rebaja de impuestos de 1,35 billones de dólares en 10 años, medida que contó con el beneplácito de Greensnpan. El presidente de la Reserva Federal lo apoyó por considerar que el superávit iba camino de ser excesivo y que era mejor recortarlo e introducir liquidez en el sistema. Quienes entonces se oponían advirtieron en su momento sobre la imposibilidad de predecir futuras contingencias y ahora se sienten reivindicados, aunque evitaron reprochárselo al compareciente.

Greenspan prefirió mirar al futuro. La caída de los mercados ha drenado una sustancial fuente de ingresos fiscales y lo va a seguir haciendo durante un tiempo. Para combatir los efectos negativos, los congresistas deben mantener los controles al gasto público impuestos a partir de 1990 y cuya vigencia ahora concluye. Esos controles crearon los superávit de los cuatro pasados años. 'Si no mantenemos las normas presupuestarias y reiteramos nuestro compromiso con la responsabilidad fiscal, echaremos a perder años de duro esfuerzo', advirtió el presidente de la Reserva Federal ante la Cámara de Representantes.

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