Malas caras

Con mi hijo fui a ver una película de dibujos animados en la que oí por primera vez la expresión 'tiene cara de callo malayo', que identificaba a un personaje con mal carácter, desagradable, arisco y un semblante de asco siempre en la cara. Pues bien, al día siguiente tuve que hacer una gestión en un organismo oficial (no voy a decir cuál para no herir sensibilidades, pero está muy cercano) y, si bien a mí me trataron muy correctamente, a otras personas les tocó ser a tendidas por funcionarios/as con cara de 'callo malayo'.

¿Por qué el contribuyente tiene que sufrir esta presencia tan d...

Con mi hijo fui a ver una película de dibujos animados en la que oí por primera vez la expresión 'tiene cara de callo malayo', que identificaba a un personaje con mal carácter, desagradable, arisco y un semblante de asco siempre en la cara. Pues bien, al día siguiente tuve que hacer una gestión en un organismo oficial (no voy a decir cuál para no herir sensibilidades, pero está muy cercano) y, si bien a mí me trataron muy correctamente, a otras personas les tocó ser a tendidas por funcionarios/as con cara de 'callo malayo'.

¿Por qué el contribuyente tiene que sufrir esta presencia tan desagradable? De acuerdo, han aprobado una oposición para estar donde están, y me alegro por ellos; pero quien tiene esa cara no debe estar atendiendo al público, por lo que pido a los responsables de estas personas, que les adjudiquen otro trabajo en el que no tengan relación con los ciudadanos. O eso, o que les eduquen con cursillos en el trato amable al público. No planteo que que sea gente guapa la que atienda al público, ni gente que siempre te dé la razón, sino gente normal, como la mayoría de los que están en esos puestos, y evitarnos a esta minoría que tan malos ratos nos hace pasar. Por supuesto que esta carta la hago extensible no solo a los funcionarios/ras, sino hacía todo aquel que esté atendiendo directamentye al público.-