El PSE pone en marcha un plan para revitalizar las Casas del Pueblo
Obligará a cargos públicos y miembros de la ejecutiva en las sedes periódicamente
La dirección del PSE-EE va a poner en marcha un plan para revitalizar sus sedes locales (las llamadas Casas del Pueblo) y recuperarlas, tanto en su condición de lugar de encuentro -muchas de ellas cuentan con bares abiertos al público- como de dinamizadores del debate y la presencia política local del partido. Los socialistas vascos, en el plan de trabajo que su nueva ejecutiva se ha marcado, y que aprobó su comité nacional el pasado 1 de junio, se declaran conscientes de la dificultad que entraña esta tarea en un contexto de acoso y persecución por parte de ETA.
De hecho, sus sedes loc...
La dirección del PSE-EE va a poner en marcha un plan para revitalizar sus sedes locales (las llamadas Casas del Pueblo) y recuperarlas, tanto en su condición de lugar de encuentro -muchas de ellas cuentan con bares abiertos al público- como de dinamizadores del debate y la presencia política local del partido. Los socialistas vascos, en el plan de trabajo que su nueva ejecutiva se ha marcado, y que aprobó su comité nacional el pasado 1 de junio, se declaran conscientes de la dificultad que entraña esta tarea en un contexto de acoso y persecución por parte de ETA.
De hecho, sus sedes locales han tenido que blindarse al exterior por causa de los ataques y contar con una protección policial que retrae la participación y hace difícil el mero hecho de acudir a una de ellas, sobre todo en municipios especialmente marcados y conflictivos de Guipúzcoa y Vizcaya.
El PSE quiere 'volver a estar en la calle, recuperando un espacio que nunca debimos ceder', aunque reconoce que 'bastante hacen las agrupaciones locales' con mantener abiertas las casas del pueblo, aunque sea de modo 'testimonial', en el estado de amenazas, agresiones, miedo y cansancio que sufren sus afiliados y que a la vez aleja a los simpatizantes. El informe preparado por la Secretaría de Organización reconoce que existe una ausencia de actividad política y cultural, desmovilización en la militancia y cansancio en los comités locales, pero añade: 'No podemos vivir acomplejados ni aceptar como válido ningún chantaje político'. El partido quiere hacer un esfuerzo contra ello y también por no dejar en manos de los nacionalistas 'la reivindicación de valores, símbolos y fiestas que son de todos los vascos, nacionalistas o no'.
Para ello, la nueva dirección que lidera Patxi López se plantea elaborar un programa de actividades para las agrupaciones locales y otro en clave comarcal, que se desarrollarán en tres niveles: político, cultural y social. Uno de los principales puntos para la reactivación de las sedes será la comparecencia, con periodicidad semestral, de responsables de las ejecutivas de Euskadi y provinciales, así como de representantes del partido en el Congreso y el Senado, el Parlamento vasco y el Parlamento europeo. El objetivo declarado es 'que nadie se sienta solo y abandonado', y se advierte a los cargos públicos e internos: 'Que nadie piense que ser miembro de una ejecutiva o representante en una institucional le exime de dar cuenta de su labor', incluso a nivel local. Los cargos municipales tendrán esa obligación con periodicidad trimestral.
En el terreno cultural y social el PSE se plantea organizar un ciclo de conferencias con expertos del partido en diferentes materias, desde la acción social, al arte o la literatura y una serie de exposiciones itinerantes.
Igualmente institucionalizarán en los ayuntamientos donde gobiernan la celebración de la aprobación en referéndum del Estatuto de Autonomía y de la Constitución, el 25 de octubre y el 6 de diciembre respectivamente.
81 sedes y más de cien ataques
El PSE cuenta con 81 casas del pueblo en funcionamiento, algunas de ellas compartidas con la UGT. Casi todas cuentan con bar, salón de actos y salas de reuniones. 48 Casas del Pueblo están en Vizcaya, 12 Alava y 21 en Guipúzcoa. Aparte de las capitales, se concentran en los municipios donde los socialistas tienen mayor implantación electoral. En los últimos años se han reformado a fondo locales del partido en Guipúzcoa y cinco en Álava, además del de Durango, tras ser objeto de tres ataques. Aunque no existe una cuantificación exacta, el secretario de Organización, Javier Cruz, estima que en estos años las casas del pueblo suman más de un centenar de ataques del entorno de ETA con artefactos explosivos e incendiarios, sin contar acciones como el lanzamiento de pintura o las amenazas escritas en sus muros. Tan solo cinco sedes concentran más de sesenta ataques: Portugalete, Alza, Andoain, Leioa y Rentería. La de esta localidad guipuzcoana suma 27. Cruz señala que el PSE ha conseguido reabrir sus locales tras las agresiones gracias a la solidaridad del PSOE y, más recientemente, con las ayudas económicas intrumentadadas por los gobiernos vasco y central para compensar los daños causados por los violentos. El secretario de Organización apunta que el reto es asentar el partido en los municipios y dinamizar la vida de las casas del pueblo. Ello requiere, dice, un cambio de filosofía para convertirlas en un ámbito de debate y puesta en común de las inquietudes sociales de la localidad.