Rusia y Arabia Saudí negocian un pacto que impulse el precio del crudo

El objetivo de los mayores exportadores es un barril a 28 dólares

Rusia y Arabia Saudí, los dos mayores exportadores de petróleo del mundo, han empezado las negociaciones para acordar una política de producción de crudo que impulse y mantenga los precios en torno a los 28 dólares por barril. El primer borrador del acuerdo se presentará en una reunión entre los representantes de ambos países en octubre próximo en Moscú, según fuentes de la OPEP.

Los saudíes han tomado esta iniciativa ante la falta de resultados que han dado los reiterados intentos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyo peso pesado es Arabia Saudí, de convenc...

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Rusia y Arabia Saudí, los dos mayores exportadores de petróleo del mundo, han empezado las negociaciones para acordar una política de producción de crudo que impulse y mantenga los precios en torno a los 28 dólares por barril. El primer borrador del acuerdo se presentará en una reunión entre los representantes de ambos países en octubre próximo en Moscú, según fuentes de la OPEP.

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Los saudíes han tomado esta iniciativa ante la falta de resultados que han dado los reiterados intentos de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), cuyo peso pesado es Arabia Saudí, de convencer al Gobierno de Moscú de que se convierta en un estrecho y permanente colaborador de las políticas de recorte de producción con las que el cartel ha intentado impulsar los precios del crudo. Rusia ha colaborado circunstancialmente con la OPEP en distintos periodos entre 1999 y 2001, e incluso se le invitó a ser miembro de la organización, pero en lo que va de año se ha convertido en un serio adversario del cartel.

Mientras Arabia Saudí y los otros nueve miembros del cartel reducían su producción para frenar la caída de los precios ante la menor demanda a raíz de la crisis económica mundial, Rusia aumentaba su producción. Por un lado, los rusos obtenían menos margen por las ventas petrolíferas, pero, por otro, arrebataban cuota de mercado a los países de la OPEP, sobre todo en EE UU, el mayor importador de crudo del mundo. Los expertos del mercado petrolero han hablado en muchas ocasiones de una 'guerra de precios del crudo' entre Rusia y la OPEP, pero ambas partes siempre han negado la existencia de un conflicto.

Lo cierto es que tanto el ex secretario general de la OPEP y actualmente presidente de Petróleos de Venezuela (PDVSA), Alí Rodríguez, como el actual secretario, el también venezolano Álvaro Silva Calderón, han viajado a Moscú para intentar convencer al Gobierno ruso de las ventajas de que colabore con los recortes de producción para impulsar los precios. Ambos han recibido un portazo por parte de los rusos que llegó a irritar profundamente a Rodríguez, según fuentes de la delegación venezolana que acompañó al ex secretario en esos viajes.

El mismo presidente venezolano, Hugo Chávez, llegó a visitar Moscú para negociar un pacto. Todo fue en vano, a pesar de que los presidentes de las grandes petroleras rusas como Lukoil o Yukos estaban a favor de hacer causa común con la OPEP.

Reticencia rusa

La consecuencia de la guerra mil veces negada ha sido un fuerte aumento de la producción de crudo por parte de Rusia y, últimamente, de los miembros de la OPEP, que ya no quieren dejar a sus clientes en manos de los rusos. Un comprador que se pierde es difícil de recuperar. La OPEP produjo en julio 1,6 millones de barriles por encima de su nivel ideal de producción de 21,7 millones vigente desde el 1 de enero pasado. Rusia, por su parte, ha estado incrementando su extracción constantemente, pasando de 6,972 millones de barriles diarios a 7,225 millones a finales de junio. A principios de este mes de agosto, el ministro de Energía ruso, Igor Yusufov, reiteró que Rusia seguiría aumentado su producción, e hizo esta declaración frente a Silva Calderón, que había ido a Moscú por enésima vez a pedir justamente lo contrario.

Lo que trata de lograr la OPEP, según expertos consultados, es que los precios del crudo se mantengan a un nivel que les permita a sus miembros cierta holgura en sus finanzas nacionales. Los 11 miembros del cartel son excesivamente dependientes de los ingresos por exportaciones petroleras.

La OPEP, durante los últimos tres años, ha defendido un precio del barril de su cesta de siete tipos de crudo en unos 25 dólares. Para obtener este resultado, el barril brent, de referencia para Europa, por ejemplo, debe situarse en torno a los 28 dólares de media. Ahora, el brent vale poco más de 26 dólares, y la media en lo que va de año ha sido de 23,8 dólares. La cesta de la OPEP vale ahora casi lo mismo que el brent, pero la cotización media desde enero ha sido de 22,77. Es decir, algo más de dos dólares por debajo de la cotización ideal para la OPEP.

Explotación petrolífera en Nieznibartok (Siberia).GORKA LEJARCEGI

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