Arrestado en Florida un antiguo obispo episcopaliano por agresiones sexuales a un menor
Un antiguo obispo de la Iglesia episcopaliana fue detenido ayer en Estados Unidos por un supuesto abuso sexual contra un menor. El prelado, Richard Pollard, de 73 años, ha sido acusado de haber abusado sexualmente de un niño entre 1970 y 1976 cuando trabajaba en las parroquias de Tampa. La víctima, que ahora tiene 38 años y que ha preferido no revelar su identidad, acusó a Pollard de haberle obligado a practicar el sexo oral cuando contaba entre 6 y 11 años.
Pollard, jubilado en 1992, desmintió en junio pasado que hubiese renunciado a su rango eclesiástico por haber cometido algún delit...
Un antiguo obispo de la Iglesia episcopaliana fue detenido ayer en Estados Unidos por un supuesto abuso sexual contra un menor. El prelado, Richard Pollard, de 73 años, ha sido acusado de haber abusado sexualmente de un niño entre 1970 y 1976 cuando trabajaba en las parroquias de Tampa. La víctima, que ahora tiene 38 años y que ha preferido no revelar su identidad, acusó a Pollard de haberle obligado a practicar el sexo oral cuando contaba entre 6 y 11 años.
Pollard, jubilado en 1992, desmintió en junio pasado que hubiese renunciado a su rango eclesiástico por haber cometido algún delito, y menos de carácter sexual. Pero, según diversos medios de información, en 1992 la diócesis episcopaliana del suroeste de Florida le 'apartó de sus funciones' después de que dos hombres le acusaran de haber abusado de ellos cuando eran adolescentes. Las presuntas víctimas no presentaron demanda porque el plazo legal había expirado: las leyes locales establecen que los delitos sexuales contra mayores de 12 años prescriben a los siete de haberse cometido.
Por otra parte, el sacerdote católico Paul Hurley, de 59 años, fue procesado ayer por obligar a un menor a practicar con él sexo oral en Cambridge (Massachusetts). Hurley está acusado de abusar al menos una vez al mes, entre 1987 y 1988, de un niño que ahora tiene 28 años. Los abusos empezaron cuando Hurley era sacerdote en Boston y, una vez trasladado a Cambridge, hizo que el niño acudiese allí y siguió abusando de él.
Hurley es uno de los cuatro sacerdotes de Boston que se enfrentan a acusaciones penales. Un portavoz de la archidiócesis dijo ayer que 'el padre Hurley está de baja administrativa, carece de función en la archidiócesis y tiene restringida la práctica de su ministerio público'.