Se desvanece la euforia inicial

La euforia desatada por el anuncio del crédito de 30.000 millones de dólares concedido a Brasil por el FMI no ha durado más que una jornada en los mercados financieros brasileños. Tras las subidas bursátiles del jueves, todo pareció volver ayer a la normalidad, es decir, tensión e incertidumbre. Y la Bolsa de São Paulo cayó un 3,19%.

La noticia de nuevas ayudas por parte del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pasó incólume por el mercado bursátil. El Banco Mundial anunció ayer otro préstamo para Brasil de 2.000 millones de dólares, con lo que su línea de crédito...

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La euforia desatada por el anuncio del crédito de 30.000 millones de dólares concedido a Brasil por el FMI no ha durado más que una jornada en los mercados financieros brasileños. Tras las subidas bursátiles del jueves, todo pareció volver ayer a la normalidad, es decir, tensión e incertidumbre. Y la Bolsa de São Paulo cayó un 3,19%.

La noticia de nuevas ayudas por parte del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) pasó incólume por el mercado bursátil. El Banco Mundial anunció ayer otro préstamo para Brasil de 2.000 millones de dólares, con lo que su línea de crédito se incrementa hasta los 4.500 millones de dólares. Además, el BID acordó aumentar en mil millones su crédito, hasta 2.500 millones de dólares.

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Pero los inversores parecían más atentos a un nuevo sondeo electoral que deja al oficialista José Serra en un humillante cuarto lugar, empatado con el candidato evangélico Anthony Garotinho y muy por debajo de los progresistas Luiz Inácio Lula da Silva y Ciro Gomes. En el sondeo, Serra y Garotinho obtuvieron un 11% de los votos, frente al 27% de Gomes y 33% de Lula.

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