Pujol: 'Cuando sobra gente de Canarias, nos la envían'

El traslado de inmigrantes a Barcelona procedentes de Canarias es un fenómeno que las ONG y las Administraciones catalanas vienen denunciando desde hace tiempo. Ya el pasado verano, cuando el Ayuntamiento desalojó a un centenar de inmigrantes indocumentados de la plaza de Catalunya, muchos de ellos declararon haber llegado a la ciudad por indicación de los responsables de los albergues para inmigrantes de Canarias.

El último traslado de extranjeros indocumentados procedentes del archipiélago canario se realizó a principios de este mes y, según fuentes oficiales, se trató de 'un grupo re...

El traslado de inmigrantes a Barcelona procedentes de Canarias es un fenómeno que las ONG y las Administraciones catalanas vienen denunciando desde hace tiempo. Ya el pasado verano, cuando el Ayuntamiento desalojó a un centenar de inmigrantes indocumentados de la plaza de Catalunya, muchos de ellos declararon haber llegado a la ciudad por indicación de los responsables de los albergues para inmigrantes de Canarias.

El último traslado de extranjeros indocumentados procedentes del archipiélago canario se realizó a principios de este mes y, según fuentes oficiales, se trató de 'un grupo reducido de personas': entre 15 y 20.

Llegaron en el mismo avión al aeropuerto de El Prat y fueron conducidos al centro de Internamiento de la Verneda, que tiene una capacidad para 130 personas. Las mismas fuentes aseguraron ayer que el traslado de inmigrantes entre los diferentes centros de internamiento 'es normal' y recordaron que el pasado verano, cuando el centro de Barcelona quedó colapsado, se trasladaron varias decenas de personas hacia Murcia, desde donde fueron expulsados a Nigeria y otros países del oeste de África.

El problema es, sin embargo, que buena parte de los inmigrantes retenidos acaban quedando en libertad a los 40 días de su detención al no poder ser expulsados por falta de convenios bilaterales de repatriación con sus países de origen. El problema existe con la mayoría de los países subsaharianos.

En este caso los inmigrantes salen a la calle y, al no poder trabajar, pasan a depender de ONG y los servicios sociales. Cáritas y Cruz Roja han manifestado los últimos meses que no pueden atender a más personas, puesto que los nuevos llegados están a punto de colapsar sus centros de atención. El Ayuntamiento de Barcelona también se ha quejado reiteradamente de que el Gobierno central no le informa sobre el traslado de inmigrantes desde Canarias hasta la capital catalana.

En el área metropolitana de Barcelona hay en estos momentos más de 20.000 personas indocumentadas, según estimaciones de las organizaciones de apoyo a este colectivo.

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, criticó la semana pasada la actitud del Gobierno central. 'Cuando sobra gente en Canarias, nos la envían', se quejó. En el mismo sentido se pronunció el conseller en cap, Artur Mas, quien afirmó que 'Cataluña no puede acoger a más inmgrantes procedentes de Canarias'.

Los socialistas catalanes también han criticado el traslado de inmigrantes y, según el primer secretario del PSC, José Montilla, 'el Gobierno debería expulsar o regularizar a los inmigrantes ilegales'.