Piqué presidirá el PP catalán, pero no aclara si optará a la Generalitat

Josep Piqué, ministro de Ciencia y Tecnología y hombre fuerte de José María Aznar en Cataluña, tomará el relevo de Alberto Fernández Díaz al frente del Partido Popular en esta comunidad autónoma. Persiste la incógnita sobre si encabezará la lista a la presidencia de la Generalitat, aunque el margen de maniobra es cada día más estrecho para Piqué. Mientras en la sede del PP de la madrileña calle de Génova se da como muy probable que el titular de Ciencia y Tecnología concurrirá a las urnas en calidad de candidato, en el entorno del ministro continúan las dudas.

La caja del pospujo...

Josep Piqué, ministro de Ciencia y Tecnología y hombre fuerte de José María Aznar en Cataluña, tomará el relevo de Alberto Fernández Díaz al frente del Partido Popular en esta comunidad autónoma. Persiste la incógnita sobre si encabezará la lista a la presidencia de la Generalitat, aunque el margen de maniobra es cada día más estrecho para Piqué. Mientras en la sede del PP de la madrileña calle de Génova se da como muy probable que el titular de Ciencia y Tecnología concurrirá a las urnas en calidad de candidato, en el entorno del ministro continúan las dudas.

La caja del pospujolismo guarda sorpresas y Piqué está dispuesto a jugar fuerte si su partido, junto a Convergència i Unió, se acerca a la mitad más uno de los 135 escaños con que cuenta el Parlamento de Cataluña, afirman en círculos próximos al ministro. En cualquier caso, Piqué precisa dar impulso a un partido que hasta ahora se ha mostrado incapaz de obtener réditos por la acción del Gobierno central. El PP catalán cuenta con 12 diputados -los mismos que Esquerra Republicana (ERC)- que le dan la mayoría a CiU y una decena de alcaldías en Cataluña, entre las que no figura la de ninguna localidad de peso. Piqué deberá hacer frente y enmendar esa dura realidad.

El primer peldaño de esa larga escalera que aguarda al futuro presidente del PP catalán será la celebración de un congreso extraordinario del partido, cuyas fechas se decidirán la próxima semana. Probablemente se desarrollará a finales del mes de septiembre. No habrá sorpresas, puesto que la voluntad de la dirección nacional del partido es que así sea, y siempre se ha respetado. Así pues, el ministro será elegido presidente. Piqué dispondrá entonces de un año -si se cumple el calendario, las elecciones serán en otono de 2003- para remodelar el partido y preparar el viaje de su formación al pospujolismo. El ministro quiere hacer crecer el partido, consolidarlo como tercera fuerza política. Como activo cuenta con su relación con el mundo empresarial catalán: fue presidente del Círculo de Economía en 1995-1996, y entre 1986 y 1988 había ocupado la Dirección General de Industria de la Generalitat. En ese contexto, el ministro de Ciencia y Tecnología va a tratar de hacerse un espacio que le permita vivir con holgura cuando José María Aznar se retire. Un tirón electoral del PP catalán dejaría a Piqué bien colocado como barón territorial, lo que apuntalaría su posición. El trabajo será árduo. Y el cambio de ministerio -de Exteriores a Ciencia y Tecnología- tiene lectura en clave de mayor dedicación al PP catalán. Recientes sondeos sitúan a este partido como cuarta fuerza, con un ligero descenso respecto a las autonómicas de 1999.