Abolir la deuda externa y participación ciudadana

La queja unánime de todos los colectivos que participaron en el eje Alternativas económicas y financieras, deuda externa y solidaridad es la 'deliberada ignorancia de las instituciones hacia la ciudadanía', amén del rechazo expreso al actual modelo de mundialización económica.

Sergio Alcina, portavoz de este eje, reconoce que en el seno del movimiento existen diferencias sobre las fórmulas económicas que deberían adoptarse para mejorar la globalización -la tasa Tobin es un instrumento que algunos grupos consideran demasiado tibio, aunque todos coinciden en defender la aplicación ...

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La queja unánime de todos los colectivos que participaron en el eje Alternativas económicas y financieras, deuda externa y solidaridad es la 'deliberada ignorancia de las instituciones hacia la ciudadanía', amén del rechazo expreso al actual modelo de mundialización económica.

Sergio Alcina, portavoz de este eje, reconoce que en el seno del movimiento existen diferencias sobre las fórmulas económicas que deberían adoptarse para mejorar la globalización -la tasa Tobin es un instrumento que algunos grupos consideran demasiado tibio, aunque todos coinciden en defender la aplicación de una fiscalidad internacional-, pero hay una crítica compartida sin titubeos. 'El mínimo común múltiplo es la necesidad de que se aumente la participación ciudadana en la generación de propuestas', indica.

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Sobre la deuda externa no hay casi matices: los antiglobales exigen su abolición total e inmediata. Alcina apostilla que no de cualquier forma: 'No se trata de que la condonación sirva para generar más endeudamiento como están haciendo algunos países europeos como España, que condonan y vuelven a dar créditos'. En el eje se defendió que el dinero de esa deuda sirva para el desarrollo real de los países del Sur.

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