Las bolsas europeas se desploman en otra jornada de pesimismo

Las bolsas europeas recogieron ayer el testigo envenenado que dejaron los mercados estadounidenses en la sesión precedente, donde el Nasdaq bajó más del 4%, víctimas de nuevas dudas sobre las prácticas contables tras el escándalo Enron. Las caídas en las plazas europeas rondaron el 3%, mientras el selectivo Ibex 35 cedió el 2,95% en España, la segunda mayor caída del año. Telefónica marcó mínimo anual en 10,61 euros tras perder un 4,59%.

El devenir de las bolsas, que atraviesan una crisis de confianza, preocupa a los inversores. Las plazas europeas vivieron ayer una sesión de fue...

Las bolsas europeas recogieron ayer el testigo envenenado que dejaron los mercados estadounidenses en la sesión precedente, donde el Nasdaq bajó más del 4%, víctimas de nuevas dudas sobre las prácticas contables tras el escándalo Enron. Las caídas en las plazas europeas rondaron el 3%, mientras el selectivo Ibex 35 cedió el 2,95% en España, la segunda mayor caída del año. Telefónica marcó mínimo anual en 10,61 euros tras perder un 4,59%.

El devenir de las bolsas, que atraviesan una crisis de confianza, preocupa a los inversores. Las plazas europeas vivieron ayer una sesión de fuertes recortes arrastradas por el mal comportamiento en la jornada anterior de los mercados estadounidenses. El índice de la Bolsa de París se colocó al frente de los descensos con el 3,82% de caída, Amsterdam cedió el 3,24% y Francfort perdió el 2,57% de su valor. Las bolsas estadounidenses no modificaron este ambiente de ventas e iniciaron la sesión a la baja, aunque con descensos más moderados que en la jornada precedente. A media sesión, el índice Dow Jones caía el 0,17%, mientras que el tecnológico Nasdaq conseguía recuperarse con una ganancia del 0,93%.

Duros descensos que también se vivieron en la Bolsa española, donde el selectivo Ibex 35 bajó el 2,95% hasta los 7.667 puntos -la segunda mayor caída del año-, sólo a cinco puntos del mínimo anual que marcó el 22 de febrero. Además, ni un solo valor consiguió escapar de las pérdidas. Destacó Telefónica, que bajó el 4,59% para colocarse en mínimos del año con 10,61 euros de valor por título. La depreciación del real brasileño en esta sesión, en torno al 1,6%, ha afectado sobremanera a las empresas españolas con intereses en Latinoamérica, incidiendo especialmente en la operadora. La petrolera Repsol cotiza en mínimos del ejercicio tras dejarse ayer el 3,81% de su valor para cerrar a 12,12 euros. Santander Central Hispano, BBVA, Gamesa, TPI, Dragados, Carrefour y Altadis perdieron en la sesión de ayer más del 3%. Destacó el descenso del 22,84% en el valor de las acciones de Avanzit, coincidiendo con la admisión a trámite por parte de un juzgado de la suspensión de pagos de la compañía.

Crisis de confianza

Las razones del duro castigo que sufrieron ayer las plazas bursátiles se encuentran en las nuevas dudas sobre la contabilidad de las empresas estadounidenses. El presidente de la firma Tyco está imputado por un impago de impuestos que provocó una caída del 26,9% de las acciones de la compañía en la jornada del pasado lunes. En la gasística El Paso, el aparente suicidio de su tesorero dio pie a especulaciones sobre las cuentas de la compañía. Además de estos problemas que ponen en entredicho las cuentas y, por tanto, dañan la confianza de los inversores, el panorama internacional no ayuda.

En Wall Street siguen los temores a nuevos atentados que rememoran los acontecimientos del 11 de septiembre. También existe una evidente preocupación ante un posible conflicto bélico entre India y Pakistán. Un cóctel de incertidumbres que empuja al dinero a buscar refugios seguros en activos como la renta fija o el oro, metal que sigue apreciándose.

Las bolsas europeas desoyeron ayer la subida del índice de confianza empresarial en la zona euro correspondiente al mes de mayo. Los analistas consideran que los mercados se encuentran muy débiles como lo evidencia el escaso volumen de negocio que se registró en la práctica totalidad de plazas bursátiles. No hay, pues, razones para el optimismo a corto plazo y el dinero seguirá en busca de activos más seguros.