Reportaje:

33 meses a la espera de un papel

Un estudio de tres ONG denuncia que en Madrid el Gobierno tarda casi tres años en tramitar los documentos a los inmigrantes

A Francisco López, inmigrante venezolano de 37 años, le habían contado que conseguir un permiso de trabajo y residencia en Madrid suponía esperas de más de 24 meses. Pensó que eran exageraciones. Pero lo ha comprobado en sus propias carnes ahora que lleva casi dos años aguardando los papeles. Este informático presentó su solicitud para trabajar en una ingeniería industrial el 13 de julio de 2000. Nueve meses después recibió la autorización para empezar a trabajar. Y a día de hoy todavía espera el permiso de residencia. Le han citado el 16 de julio para estampar su huella dactilar. Pero ...

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A Francisco López, inmigrante venezolano de 37 años, le habían contado que conseguir un permiso de trabajo y residencia en Madrid suponía esperas de más de 24 meses. Pensó que eran exageraciones. Pero lo ha comprobado en sus propias carnes ahora que lleva casi dos años aguardando los papeles. Este informático presentó su solicitud para trabajar en una ingeniería industrial el 13 de julio de 2000. Nueve meses después recibió la autorización para empezar a trabajar. Y a día de hoy todavía espera el permiso de residencia. Le han citado el 16 de julio para estampar su huella dactilar. Pero pasarán unas semanas más hasta que pueda meter al bolsillo la ansiada tarjeta.

'Yo he tenido suerte, porque mientras carecía del permiso laboral me pude mantener dando clases particulares de inglés y viviendo en casa de mi hermana, que está casada con un español. Además, como hay mucha demanda de informáticos y el empleador que me quería contratar era conocido de mi familia, me esperaron hasta que tuve el permiso laboral. Pero lo lógico es pensar que ningún empresario va a aguardar nueve meses a un trabajador para contratarle', explica. 'Ahora, pese a tener un buen sueldo, como todavía carezco de la tarjeta de residencia no puedo alquilar un piso, ni pedir un crédito. Lo del alquiler lo intenté, pero me decían que sin papeles nada y, al final, tuvo que ser mi cuñado quien arrendase un piso para mí a su nombre', apostilla. No se queja del trato recibido en su periplo por diferentes ventanillas, pero sí de la tardanza, la desinformación y las colas.

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Su caso no es único. Ni mucho menos. Eso es lo que denuncian tres ONG -el Centro de Estudios y Defensa de los Derechos Humanos; ARI-Perú y la Asociación América, España, Solidaridad y Cooperación (AESCO)- en su Libro blanco de la tramitación del permiso de trabajo y residencia para inmigrantes en Madrid, encargado por la plataforma Papeles para Todos, formada por 50 ONG, y que será presentado hoy.

A partir de 500 encuestas y observaciones de campo, realizadas entre el 29 de octubre y el 11 de noviembre de 2001 en cuatro dependencias donde se tramitan estos expedientes, han llegado a la conclusión de que los extranjeros deben esperar 33 meses desde que piden un permiso de trabajo y residencia hasta que se lo dan. Estos plazos se dan en el llamado régimen general (abierto durante todo el año, aunque ahora está paralizado), no en las regularizaciones extraordinarias de 2000 y 2001, donde las esperas son menores.

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Dos de las autoras, Rosario Sanabria, presidenta de ARI-Perú, y Nieves Botella, miembro del Centro de Defensa de los Derechos Humanos, explican que estas demoras suponen 'un incumplimiento de la Ley de Régimen Jurídico de las Administraciones Públicas y de la Ley de Extranjería, que fijan plazos de tres meses para resolver los expedientes'. Los afectados sólo pueden defenderse con un recurso contencioso-administrativo, que es caro (hace falta abogado y procurador) y lento (dura seis años).

'Estos retrasos demuestran el desinterés de los poderes públicos por regularizar la situación de los inmigrantes indocumentados', añaden. Según el estudio, los trámites para la renovación de los permisos también se prolongan entre 16 y 22 meses y de 11 a 27 meses para el regrupamiento familiar. El 75% de los encuestados se sienten 'humillados', 'maltratados' y 'discriminados' por estas graves demoras. Sin papeles no pueden trabajar legalmente, ni alquilar un piso, abrir una cuenta corriente, pedir un crédito o salir tranquilos a la calle sin miedo a la expulsión.

El Foro Regional de la Inmigración pedirá hoy al Gobierno central la creación en Madrid de la Oficina Única de Extranjería, prometida desde 1993, para acabar con estos problemas.

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