El arzobispo de La Habana confía en el laicado como impulso liberador

Decía José Martí, el líder de la independencia de Cuba, que las ideas libertarias 'entraron en América debajo de las sotanas de los sacerdotes', y cien años largos más tarde el cardenal de La Habana, Jaime Lucas Ortega, lo recuerda en un grueso libro (1.118 paginas) presentado ayer en la sede de la Conferencia Episcopal Española, en Madrid. Se titula Te basta mi gracia, lleva un prólogo del cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, y recoge las homilías, artículos y entrevistas que el prelado cubano ha ido produciendo en los 20 años que lleva al frente de la principal diócesi...

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Decía José Martí, el líder de la independencia de Cuba, que las ideas libertarias 'entraron en América debajo de las sotanas de los sacerdotes', y cien años largos más tarde el cardenal de La Habana, Jaime Lucas Ortega, lo recuerda en un grueso libro (1.118 paginas) presentado ayer en la sede de la Conferencia Episcopal Española, en Madrid. Se titula Te basta mi gracia, lleva un prólogo del cardenal hondureño Óscar Andrés Rodríguez Maradiaga, y recoge las homilías, artículos y entrevistas que el prelado cubano ha ido produciendo en los 20 años que lleva al frente de la principal diócesis del hermoso país caribeño.

Con pocas ganas de hablar de política -el papel de la Iglesia no es el de un partido de oposición, apuntó-, el cardenal de La Habana, que durante su ya largo mandato sólo ha coincidido con Fidel Castro en 'unas cinco ocasiones' protocolarias, escribe que 'independencia, libertad, justicia y amor entre todos los cubanos son las aspiraciones fundamentales que, como sueños, se articulaban en el pensamiento de los primeros constructores de la patria', cuyo mayor exponente fue Martí.

La Iglesia cubana -un cardenal, 14 obispos, 310 sacerdotes y 600 monjas- tiene 16 diócesis y pocas parroquias abiertas, pero cuenta con un activo y numeroso laicado que facilita sus casas como centros de oración y de propuestas liberadoras, explicó el prelado.

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