Prodi acusa a Blair de acercarse más a EE UU que a Europa

'¿Por qué esta nación tiene miedo de jugar un gran papel en el continente al que pertenece?'

Con una dureza inusitada, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, echó ayer en cara al Reino Unido su 'miedo' a Europa en un discurso en Oxford, en el que palpitaba por todos sus poros un aire de reproche por el renovado idilio entre Washington y Londres. La tristeza por la querencia americana de Tony Blair se leía más entre líneas que en el texto después de que Prodi suavizara una primera versión publicada ayer por el diario The Independent.

Pese a ello, el texto de Prodi, preñado de cumplidos a la grandeza secular de Gran Bretaña tan irónicos que más parecían mofa, ...

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Con una dureza inusitada, el presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, echó ayer en cara al Reino Unido su 'miedo' a Europa en un discurso en Oxford, en el que palpitaba por todos sus poros un aire de reproche por el renovado idilio entre Washington y Londres. La tristeza por la querencia americana de Tony Blair se leía más entre líneas que en el texto después de que Prodi suavizara una primera versión publicada ayer por el diario The Independent.

Pese a ello, el texto de Prodi, preñado de cumplidos a la grandeza secular de Gran Bretaña tan irónicos que más parecían mofa, significa el mayor reproche público de un presidente de la Comisión Europea a las vacilaciones y vaivenes de la política europea del Reino Unido desde que Blair llegó al poder hace cinco años.

'¿Qué es lo que hace que esta gran nación sea tan valiente al tratar con una nación muchísimo más poderosa a más de 3.000 millas, pero tenga miedo de jugar un papel pleno a la hora de configurar el futuro del continente al que pertenece?', se preguntó un Prodi aparentemente frustrado por la diferencia que hay entre las buenas intenciones europeístas de Blair y la magra realidad de su política, tan equidistante a menudo entre Europa y América. 'La respuesta está en el fondo de ustedes. Es su elección democrática, pero a menudo confunde a sus amigos y aliados', añadió.

'Quizás Gran Bretaña ve esa relación especial con EE UU como algo que le da más poder en el mundo. Yo no creo que sea el caso. Por supuesto, Gran Bretaña es una isla. Y su estatuto insular ha afectado profundamente a los británicos. Pero en el fondo todos sabemos que Gran Bretaña es cultural e históricamente parte de Europa', dijo. 'Por supuesto, los unos podemos vivir sin los otros. Pero a costa de ser menos opulentos, menos fuertes y menos seguros'.

Por prudencia quizás, el presidente de la Comisión suprimió en el texto final distribuido ayer algunas de las referencias más sangrantes del actual idilio anglo-americano que figuraban en la versión adelantada ayer por The Independent. 'Gran Bretaña está siempre a la defensiva, pisando el freno, faltando a su deber en asuntos vitales, luchando en la retaguardia por algo que puede retrasar, pero no paralizar, el curso de la historia', es una de las frases que Prodi no se atrevió a incluir en la versión final. '¿Puede Gran Bretaña ser un socio de igual a igual en ese tándem de aliados? Incluso en el caso de que un Estado europeo pueda pedalear lo bastante rápido para mantenerse a la altura de EE UU, en un tándem es el conductor quien decide la dirección y la velocidad. Por utilizar otro símil ciclista, ¿acaso esa 'relación especial' no parece más bien un velocípedo?', decía también el texto inicial.

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