Un grupo de encapuchados quema un aula móvil de Internet con 17 ordenadores
Grupos de proetarras perpetraron ayer tres ataques violentos, dos de ellos en San Sebastián y otro en Pasaia, en el corto plazo de una hora, a plena luz del día. Media docena de encapuchados incendiaba hacia las cuatro de la tarde en Pasai Antxo un autobús de la Kutxa, valorado en 600.000 euros y dedicado a la enseñanza itinerante de Internet, tras obligar a todos sus ocupantes, entre 20 y 30 personas, algunas de ellos niños, a bajarse del vehículo.
El Kutx@bus, un aula móvil equipada con 17 ordenadores con acceso a Internet vía satélite y dotada de los últimos avances tecnológic...
Grupos de proetarras perpetraron ayer tres ataques violentos, dos de ellos en San Sebastián y otro en Pasaia, en el corto plazo de una hora, a plena luz del día. Media docena de encapuchados incendiaba hacia las cuatro de la tarde en Pasai Antxo un autobús de la Kutxa, valorado en 600.000 euros y dedicado a la enseñanza itinerante de Internet, tras obligar a todos sus ocupantes, entre 20 y 30 personas, algunas de ellos niños, a bajarse del vehículo.
El Kutx@bus, un aula móvil equipada con 17 ordenadores con acceso a Internet vía satélite y dotada de los últimos avances tecnológicos, quedó completamente destrozado. Ninguno de sus ocupantes sufrió daños. El autobús había sido instalado ayer por la mañana en la Plaza Gure Zumardia de Pasaia tras haber recorrido a lo largo de esta semana otras localidades guipuzcoanas.
Unos 45 minutos después, un local de Telepizza situado en pleno centro de San Sebastián era atacado por otro grupo de entre seis y siete proetarras que destruyeron los ordenadores y la caja registradora y causaron daños en el mobiliario y un cristal. En el momento del ataque, en el establecimiento no había ningún cliente, pero sí dos empleados que atendían pedidos a domicilio. Antes de huir, los agresores realizaron una pintada en contra de la política de contratación de la empresa.
Casi a la misma hora, los violentos prendieron fuego a un repetidor de telefonía móvil de la empresa Vodafone sito en la avenida de Miramón de la capital guipuzcoana. Tras descartase la hipótesis de un cortocircuito, la Ertzaintza atribuyó este sabotaje a la kale borroka.