Columna

Partido único, dinero plural

El sagaz tertuliano dijo: 'Cuando oigo hablar de elecciones autonómicas, echo mano a la cartera'. El tertuliano anda escamado desde que sabe que, por ser ciudadano de la Comunidad Valenciana, tiene una deuda de 1.582 euros, por la mala gestión del Consell. Y lo que aún le parece más escandaloso: los niños valencianos vienen al mundo con el déficit bajo el brazo. Qué abuso. En Sierra Leona, por lo menos, llegan sin nada. Como el tertuliano es muy suyo y cumple con la Agencia Tributaria, está razonablemente irritado. A ver si Francisco Camps coge por el pescuezo a chorizos, navajeros, incendiari...

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El sagaz tertuliano dijo: 'Cuando oigo hablar de elecciones autonómicas, echo mano a la cartera'. El tertuliano anda escamado desde que sabe que, por ser ciudadano de la Comunidad Valenciana, tiene una deuda de 1.582 euros, por la mala gestión del Consell. Y lo que aún le parece más escandaloso: los niños valencianos vienen al mundo con el déficit bajo el brazo. Qué abuso. En Sierra Leona, por lo menos, llegan sin nada. Como el tertuliano es muy suyo y cumple con la Agencia Tributaria, está razonablemente irritado. A ver si Francisco Camps coge por el pescuezo a chorizos, navajeros, incendiarios de coches y alegres compadres del despilfarro de los caudales públicos, que también tienen pecado. Pero el tertuliano es de naturaleza incrédula, y no fía en la eficacia del nuevo delegado del Gobierno, en lo tocante a la seguridad ciudadana. En realidad, su traslado obedece a la estrategia de su partido, más que a las necesidades de una sociedad, donde la delincuencia es abrumadora. Que se lo pregunten si no a los castellonenses. Aunque tampoco considera, como los dirigentes de la oposición, que Francisco Camps haya sido degradado: Los degradados somos los ciudadanos.

Al tertuliano no le sorprende cuanto está sucediendo, porque, para un atento observador, que se aplica a la anotación de las tropelías y recibe precisas confidencias, era previsible. Era previsible que la UE investigara dónde van a parar los dineros del contribuyente que se invierten en RTVV, a la que ni de coña considera un servicio público y sí el chabacano aparato de folkprop (folklore y propaganda) en manos de los cantamañanas de un poder desinflado. 'Pero no es un pozo sin fondo, como afirma la minoría, sino varias cuentas bancarias con fondos'. Y era previsible las primarias socialistas -internas, como las califican los sesudos analistas-, donde Joan Ignasi Pla se mide con la veteranía y la astucia de Cipriá Císcar, para ver quién de ambos enfila la presidencia de la Generalitat. Pla en la cena de trabajo, en Alicante, a la vera de Angel Franco, contabilizó un 90 y pico por ciento de una militancia rendida a sus aspiraciones. En tanto Císcar continúa dando sus sorprendentes pases de ilusionismo. El tertuliano murmura que el PSPV, una izquierda aún por recibir la confirmación, con tantas virguerías, puede volver a originar, al menor traspiés, clanes, tendencias o sensibilidades, muy peligrosas. Mientras, el PP, ahí lo tienen: disciplina, obediencia y voluntad política de partido único y voluntad económica de fortuna plural. Zaplana en la duda de si repite candidatura o no, como dijo, ya tiene su segundo -¿ o su tercero? porque con Rita ha topado-, su segundo procedente de la Corte, que es su destino y su lucha final.

Pero a Francisco Camps le queda mucha tela por cortar: los índices de delincuencia, el problema de los inmigrantes, el racismo emergente. Aunque, el tertuliano recuerda cómo en una TV local, cuando el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, anunció la inminente llegada de un príncipe heredero de Oriente -¿de Jordania?- para presentar un libro del que es autor, el conductor del programa, concluyó triunfante: Para que luego digan que aquí somos xenófobos. Santa simplicidad. Ni con Collin Power.

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