Editorial:

Coalición portuguesa

Durao Barroso no quiere hacer experimentos, y ha elegido para su primer Gobierno de centro-derecha a mujeres y hombres con experiencia de gestión, lo que le otorga al ex primer ministro Cavaco Silva una clara influencia sobre este Consejo de Ministros. A falta de economistas de renombre que han preferido no entrar en un Ejecutivo de coalición del Partido Social Demócrata (PSD, liberal) con la derecha rancia que representa el Partido Popular (PP), la número dos del Gobierno es Manuela Ferreira Leite, una fiel del PSD, que, como ministra de Estado y de Finanzas, tendrá bajo su tutela los ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Durao Barroso no quiere hacer experimentos, y ha elegido para su primer Gobierno de centro-derecha a mujeres y hombres con experiencia de gestión, lo que le otorga al ex primer ministro Cavaco Silva una clara influencia sobre este Consejo de Ministros. A falta de economistas de renombre que han preferido no entrar en un Ejecutivo de coalición del Partido Social Demócrata (PSD, liberal) con la derecha rancia que representa el Partido Popular (PP), la número dos del Gobierno es Manuela Ferreira Leite, una fiel del PSD, que, como ministra de Estado y de Finanzas, tendrá bajo su tutela los departamentos de Finanzas, Administraciones Públicas y Planeamiento.

El líder del PP, Paulo Portas, entra también como ministro de Estado, con la cartera de Defensa. A falta de la presentación de un auténtico programa de gobierno, el pacto de legislatura suscrito por los dos partidos tras su victoria electoral (con 105 escaños el PSD y 14 los populares sobre un total de 230), la prioridad se centra en restablecer los equilibrios macroeconómicos de Portugal, en particular un déficit público cuya cuantía es una verdadera incógnita.

Más información
Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

La buena relación personal de Aznar con el anterior primer ministro, el socialista António Guterres, no tapó algunas desavenencias de intereses entre ambos gobiernos, en asuntos bilaterales o de la UE, pero contribuyó a minimizar sus efectos. No hay razón para creer que esta situación deba cambiar con Durao Barroso, aunque la cercanía ideológica pueda verse matizada por su mayor sesgo nacionalista. La elección del actual embajador luso en Madrid, António Martins da Cruz, para encabezar la diplomacia de Portugal garantiza un conocimiento preciso de la agenda común, así como el hecho de que la cartera de Economía la ocupe Carlos Tavares, administrador del Banco Santander Portugal.

El Gobierno debe constituirse el sábado. A la espera de conocer su programa, la composición del Ejecutivo da algunas indicaciones: gestión, saneamiento de las cuentas y prioridad a la educación, cuyas competencias quedan divididas en dos ministerios, uno para la Primaria y Secundaria y otro para la Superior, una división interesante, cuyos posibles frutos habrá que seguir. Pero el pacto de legislatura suscrito por los dos partidos no es una mera declaración de intenciones. Olvida promesas electorales y rehúsa explícitamente volver sobre la flexibilización de la legislación del aborto o la regionalización, rechazadas ambas en anteriores referendos de baja participación.

Archivado En