Escudos humanos
Unos 40 pacifistas, entre ellos el portavoz de la Confederación Campesina de Francia, José Bové; varios líderes brasileños del Movimiento Sin Tierra; un español de la organización agraria Vía Campesina; activistas italianos, belgas, suizos y un hondureño forman la comitiva que ayer, de manera inexplicable, logró acceder al cuartel general de Yasir Arafat, asediado por los tanques israelíes.
Varios periodistas occidentales aprovecharon la iniciativa de la comitiva pacifista para colarse también en el cuartel general del rais.
Enfundados en camisetas bla...
Unos 40 pacifistas, entre ellos el portavoz de la Confederación Campesina de Francia, José Bové; varios líderes brasileños del Movimiento Sin Tierra; un español de la organización agraria Vía Campesina; activistas italianos, belgas, suizos y un hondureño forman la comitiva que ayer, de manera inexplicable, logró acceder al cuartel general de Yasir Arafat, asediado por los tanques israelíes.
Varios periodistas occidentales aprovecharon la iniciativa de la comitiva pacifista para colarse también en el cuartel general del rais.
Enfundados en camisetas blancas y con las manos en alto, los activistas lograron cruzar la explanada de acceso al cuartel de Arafat, plagada de tanques y soldados del Ejército israelí. Ya dentro del edificio, y tras mantener un encuentro de unos 25 minutos con Arafat, una de las occidentales, la francesa Claude Léostic, declaró que ella y sus compañeros, la mayoría de nacionalidad francesa, habían decidido permanecer en el cuartel 'hasta que sea necesario'. Una decena de ellos, sin embargo, entre los que se encontraba José Bové, decidieron abandonar el edificio, mientras que el resto piensa resistir junto al líder de la Autoridad Nacional Palestina. 'Creo que hemos sorprendido a los soldados israelíes con nuestra determinación. Deben saber que si disparan, tirarán también contra europeos', añadió Léostic.
Un comunicado emitido ayer por Vía Campesina, una de las organizaciones que forman la comitiva, explicaba los motivos que habían llevado a los pacifistas a adentrarse en una ciudad en guerra. 'Disgustados por la cobardía de los Gobiernos europeos, que cierran sus ojos, estos hombres y estas mujeres denuncian la política de la instalación del terror por el Gobierno de Sharon en los territorios ocupados. Es síntomático que una vez más la sociedad civil esté forzada a tomar riesgos desproporcionados para desafiar a los políticos', explicaba el comunicado.
Con sus acciones, los activistas piden a los Gobiernos europeos el envío de una fuerza internacional para la protección de los palestinos, la retirada del Ejército israelí de los territorios ocupados y la reanudación de las conversaciones de paz.