CARTAS AL DIRECTOR

¡Viva Europa!

Hoy, después de casi cinco meses de lucha, saco mi bandera blanca para rendirme ante un sistema administrativo que ha conseguido que lo que parecía tan simple se convirtiera, durante todo este largo tiempo, en una de mis peores pesadillas.

Hoy, se acabaron esos días en que recorría cada uno de los despachos de la Administración para terminar igual o peor que al empezar mi recorrido por las diferentes entidades donde la respuesta a mis problemas no ha sido nunca resuelta, sino dirigida hacia el siguiente punto.

Para todos aquellos aventureros que, como yo, hayan estudiado en el ex...

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Hoy, después de casi cinco meses de lucha, saco mi bandera blanca para rendirme ante un sistema administrativo que ha conseguido que lo que parecía tan simple se convirtiera, durante todo este largo tiempo, en una de mis peores pesadillas.

Hoy, se acabaron esos días en que recorría cada uno de los despachos de la Administración para terminar igual o peor que al empezar mi recorrido por las diferentes entidades donde la respuesta a mis problemas no ha sido nunca resuelta, sino dirigida hacia el siguiente punto.

Para todos aquellos aventureros que, como yo, hayan estudiado en el extranjero y decidan volver a la madre Tierra, ¡buena suerte! Para mí, la batalla ya está perdida.

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Cuando para homologar el diploma para trabajar en España me ha costado más de 10.000 kilómetros de recorrido y 10 horas de teléfono, trabajar en el lugar donde estoy diplomado no me ha supuesto más que una visita y un par de llamadas. ¡Luego la gente se extraña de que los que nos vamos a estudiar al extranjero nos quedemos a trabajar fuera! Este mensaje es, casi con certeza, otra piedra más en el aire, con el que no podré, por más que me empeñe, cambiar el sistema y evitar todos estos problemas.

Pero, en nuestros tiempos, donde no se oye hablar más que de la moneda única, yo también quiero alzar mi voz aunque sólo sea para oír mi propio eco. Aún nos falta mucho para llegar a ser esa Europa con la que todos soñamos.

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