Ecologistas solicita el 'indulto' para un edificio histórico de La Zubia
Ecologistas en Acción solicitó ayer el indulto para una histórica casa en el centro del pueblo granadino de La Zubia que será demolida para facilitar el paso del tráfico hacia la localidad. El edificio, conocido como Casa Pintá, de comienzos del pasado siglo, está incluido en el catálogo del Patrimonio Histórico de La Zubia que realizó el propio Ayuntamiento, artífice de la propuesta de derribar el inmueble.
Ecologistas en Acción se ha basado precisamente en ese catálogo, elaborado por Alberto Martín, para recordarle al Ayuntamiento de La Zubia que es 'patrimonio cultural'...
Ecologistas en Acción solicitó ayer el indulto para una histórica casa en el centro del pueblo granadino de La Zubia que será demolida para facilitar el paso del tráfico hacia la localidad. El edificio, conocido como Casa Pintá, de comienzos del pasado siglo, está incluido en el catálogo del Patrimonio Histórico de La Zubia que realizó el propio Ayuntamiento, artífice de la propuesta de derribar el inmueble.
Ecologistas en Acción se ha basado precisamente en ese catálogo, elaborado por Alberto Martín, para recordarle al Ayuntamiento de La Zubia que es 'patrimonio cultural' del pueblo. La Casa Pintá, que se encuentra entre las seis casas nobiliarias más antiguas de la localidad (y que en algunos casos llegan al siglo XVII), tiene una peculiar arquitectura que ha sido 'la que ha dado la pauta al resto de los elementos arquitectónicos de su entorno inmediato', según señaló Ecologistas en Acción en un comunicado.
'El problema principal que el Ayuntamiento pretende solucionar con el derribo', señala el colectivo, 'y que es mejorar el tráfico rodado en La Zubia, no tiene relación con lo que estorba la Casa Pintá, sino con la falta de una política municipal de ordenación y control del tráfico'.
Ecologistas en Acción incidió, además, en que el inmueble se encuentra 'en perfecto estado de conservación'. El colectivo ha propuesto que se conserve la estructura de muros exteriores y que, en caso de necesidad, sólo se derribe una pequeña parte de la finca. Del mismo modo, sugiere que haya un replanteamiento en la ordenación del tráfico en el pueblo que no requiera de soluciones tan drásticas como la demolición de un edificio.