Médicos y medios
En los centros de salud de Andalucía la mayoría de los médicos hacen su trabajo en condiciones ínfimas. Apenas sí disponen de cuatro o cinco minutos por enfermo, en ese tiempo tienen que hacer de médico, de auxiliar, de administrativo y, a veces, de celador.
Muchos se ven obligados a atender 70, 80 y 100 enfermos al día; los que han tenido guardia el día anterior tienen que hacerlo sin haber descansado en más de 24 horas. Y esto es sólo una parte del problema, quizá el más llamativo pero no el único.
Es fácil comprender la impotencia que pueden llegar a sentir los médicos de la s...
En los centros de salud de Andalucía la mayoría de los médicos hacen su trabajo en condiciones ínfimas. Apenas sí disponen de cuatro o cinco minutos por enfermo, en ese tiempo tienen que hacer de médico, de auxiliar, de administrativo y, a veces, de celador.
Muchos se ven obligados a atender 70, 80 y 100 enfermos al día; los que han tenido guardia el día anterior tienen que hacerlo sin haber descansado en más de 24 horas. Y esto es sólo una parte del problema, quizá el más llamativo pero no el único.
Es fácil comprender la impotencia que pueden llegar a sentir los médicos de la sanidad pública que quieren hacer una medicina de calidad y se podría decir sin exagerar que más que quemados están achicharrados.
Sin embargo, esto no es nada comparado con la impotencia (a veces trágica) que sienten los enfermos que no disponen de otros recursos para acceder a la salud.
Y a todo esto, nuestro consejero, Francisco Vallejo, ha declarado más de una vez que Andalucía tiene la mejor sanidad pública del mundo.
Podría encajarse como una frase propagandística más de nuestros políticos, pero cuando la salud de tanta gente está en juego a muchos nos parece que queda más cerca del insulto y la provocación.