Los vecinos dicen que Medina prima a un empresario con los vertederos

El salón de plenos del Ayuntamiento de Orihuela (La Vega Baja) fue ayer de nuevo escenario de una de las continuas protestas que colectivos vecinales de las pedanías oriolanas de Torremendo y La Murada vienen convocando para exigir la clausura de los dos vertederos situados en ambas poblaciones. Pero ayer la reacción del alcalde, José Manuel Medina, del PP, fue contundente. El primer edil ordenó expulsar a los vecinos y a uno de los concejales del PSPV porque, según declaró Medina, está 'cansado' de que le falten 'al respeto institucional y personal'.

Entre empujones y amenazas, según r...

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El salón de plenos del Ayuntamiento de Orihuela (La Vega Baja) fue ayer de nuevo escenario de una de las continuas protestas que colectivos vecinales de las pedanías oriolanas de Torremendo y La Murada vienen convocando para exigir la clausura de los dos vertederos situados en ambas poblaciones. Pero ayer la reacción del alcalde, José Manuel Medina, del PP, fue contundente. El primer edil ordenó expulsar a los vecinos y a uno de los concejales del PSPV porque, según declaró Medina, está 'cansado' de que le falten 'al respeto institucional y personal'.

Entre empujones y amenazas, según relató el portavoz municipal socialista, Isaías Marcos, al menos ocho agentes de la Policía Local desalojaron a los vecinos, que portaban cartulinas con consignas tales como: No nos váis a callar, corruptos; Cerrad el vertedero, y Alcalde, Torremendo existe.

La orden de desalojo se produjo apenas hora y media después de iniciada la sesión plenaria, 'sin aparente motivo alguno'. Los cerca de 20 vecinos congregados en el pleno permanecían 'sigilosos y tranquilos' cuando los agentes irrumpieron en el salón. Tras la expulsión de los vecinos, un edil socialista, 'en solidaridad' con aquellos, recogió una de las pancartas, extremo que motivó su expulsión de la sala y el consiguiente abandono de los ediles de la oposición.

Las movilizaciones cívicas para exigir el cierre de los vertederos ubicados en las pedanías oriolanas de Torremendo y La Murada se han convertido en habituales, en los últimos meses. Los vecinos sostienen que se trata de plantas ilegales con un tremendo impacto medioambiental para la zona. En concreto, el vertedero de La Murada -pedanía de unos 3.000 habitantes- comenzó a funcionar hace unos diez años, pese a carecer de los permisos preceptivos del consistorio oriolano. El alcalde de Orihuela asegura, sin embargo, que este vertedero se haya en el término municipal de Abanilla (Murcia) y, por tanto, según él, depende de este consistorio. Una sentencia judicial desmonta la argumentación del alcalde popular, y da la razón a los vecinos de La Murada.

El vertedero ubicado en Torremendo, por su parte, carece de la licencia de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), circunstancia que lo convierte también en ilegal. El nexo de unión de ambos basureros es su propietario, el empresario y militante del PP Ángel Fenoll. El secretario general del PSPV en Orihuela, Francisco García Ortuño, acusa al alcalde de la localidad, José Manuel Medina, de trato de favor al citado empresario. Según el socialista, Fenoll es uno de los seis empresarios a los que el PP favorece en La Vega Baja en el marco de una trama de 'corrupción política y empresarial, promovida por los alcaldes de Orihuela, Almoradí y Algorfa'.

El primer edil oriolano rechaza esta acusaciones y critica al PSPV por ejercer una 'oposición carroñera'. 'Alguien de forma intencionada lo quiere presentar como una connivencia entre el empresario Fenoll y yo', manifestó rotundamente a EL PAÍS.

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José Manuel Medina insistió en que ambos vertederos cuentan con los permisos preceptivos de la Consejería de Medio Ambiente y, añadió, que la única opción del Consistorio es otorgar los permisos de funcionamiento.

Malestar

Los vecinos critican a José Manuel Medina por ignorar sus reivindicaciones. La única opción que les queda, dicen, es personarse en las sesiones plenarias y dejar constancia de su malestar mediante cartulinas reivindicativas. El primer edil, por su parte, fundamentó su decisión de expulsar a los vecinos en que las pancartas que enarbolaban 'no solamente le insultaban a él, sino a todos los ediles populares'. Medina continuó: 'Es difícil presidir un pleno con esa tensión psicológica'. El alcalde de Orihuela señaló que los insultos son permanentes, y acusó al PSPV de 'alimentar' ese comportamiento ciudadano. Según indicó, lo único que ha hecho fue aplicar el reglamento que ordena el funcionamiento de las corporaciones locales, que impide al público manifestar agrado o desagrado durante las sesiones plenarias. Por contra, los socialistas, que abandonaron en bloque la sesión, censuraron al alcalde por excederse al expulsar a los vecinos

Asistentes al pleno de ayer en Orihuela levantaron carteles denunciando la corrupción.ANGELIKI FLECKENSTEIN

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