La ley de espectáculos adecuará su catálogo de establecimientos a la realidad del ocio nocturno

Según una encuesta, el 11% de los valencianos que salen lo hace hasta las 10 de la mañana

La Consejería de Administraciones Públicas ha impulsado la elaboración de una nueva ley de espectáculos que sustituya a la vigente desde 1991, que tolera la existencia de salas de horario matinal encadenado.Pero esto se acaba. El nuevo catálogo de establecimientos trata ahora de lograr la inclusión de 'salas multiocio' que puedan albergar público hasta las 10 de la mañana. En ellos se podría bailar, pero, de algún modo, no serían discotecas. En la práctica, la ley busca adecuarse a los hábitos sociales del siglo XXI tras el acuerdo alcanzado entre vecinos, empresarios y Administración.

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La Consejería de Administraciones Públicas ha impulsado la elaboración de una nueva ley de espectáculos que sustituya a la vigente desde 1991, que tolera la existencia de salas de horario matinal encadenado.Pero esto se acaba. El nuevo catálogo de establecimientos trata ahora de lograr la inclusión de 'salas multiocio' que puedan albergar público hasta las 10 de la mañana. En ellos se podría bailar, pero, de algún modo, no serían discotecas. En la práctica, la ley busca adecuarse a los hábitos sociales del siglo XXI tras el acuerdo alcanzado entre vecinos, empresarios y Administración.

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La elaboración de una nueva ley de espectáculos en Valencia está siendo más compleja de lo normal, porque la ciudad se enfrenta a un fantasma reciente llamado la ruta del bakalao. Ésta fue la denominación nacida en los noventa para referirse a aquellas macrodiscotecas de horario indefinido que pinchaban una música electrónica muy verbenera. La popularización de estas salas fue un fenómeno que atrajo a decenas de miles de jóvenes de la Comunidad y de otros puntos de España. Pero el escándalo -periodístico, político y social-, no se produjo porque las discotecas cerraran a las 3 o las 5 de la tarde del domingo, sino por otros motivos: en principio, porque cuando unas bajaban la persiana, otras la abrían, y esto permitía salir de fiesta 48 horas seguidas. Después, porque estaban situadas en carreteras donde la romería de coches podía hacer aumentar los accidentes de tráfico. Y finalmente, y ésta es la clave, porque su éxito sacaba a la palestra una evidencia que nadie asumía en aquella década: el que una parte significativa de la juventud que salía, consumía drogas para aguantar hasta el final.

Distintas campañas de todo tipo han acabado virtualmente con la ruta, y ahora una nueva ley, entre otras cosas, hará imposible que el fenómeno se reproduzca bajo amparo legal. La Consejería de Administraciones Públicas ha impulsado una ley que pretende que entre en Cortes en febrero o marzo, para que esté lista antes del verano. En las próximas semanas habrá una reunión de la Comisión de Espectáculos, en la que se pretende sellar un acuerdo definitivo entre todos los actores sociales, y tratará de limar asperezas sobre cómo asumir un tema espinoso: qué hacer con el hecho de que 200.000 valencianos afirma que, además de salir el fin de semana, sigue de fiesta entre las 7 y las 10 de la mañana; una hora después de la cual sólo continúa la batalla el 1%, según la primera encuesta exhaustiva sobre el uso del ocio nocturno en todas las franjas de población, que da lo que sería 'la primera foto fija de la Comunidad Valenciana'.

La muestra la llevó a cabo la empresa de investigaciones sociológicicas DATA de Madrid, y la efectuó entre 800 usuarios de entre 16 y 50 años a encargo de la Asociación Empresarial de Discotecas (AD) en seis capitales valencianas. Los resultados equivalen a decir que 1.700.000 valencianos salen por la noche al menos una vez al mes. De ellos, y esto transmite la frialdad de los tiempos, sólo un 15% lo hace pensando en ligar. El 11% de los encuestados -según AD, 240.000 personas, en cifras extrapolables al total de población- prolonga la noche hasta las 10 de la mañana. De algún modo, acabar con cualquier opción para este tipo de usuarios de ocio, podría favorecer la eclosión de ofertas clandestinas, totalmente fuera de control. El ejemplo más obvio se encuentra en Barcelona. Allí, los after-hours no están contemplados en ningún reglamento, y es el sitio de España donde más hay. En Nochevieja, multitud de clubs publicitaban que su oferta contemplaba las 24 horas de juerga sin interrupción, algo impensable hoy en Valencia, ciudad que, paradójicamente, tiene la fama de eso.

La ley del 91 establecía horarios especiales pendiente su desarrollo reglamentario, algo que se lleva a cabo a partir de un decreto del 93. Todo local tenía derecho a solicitarlos, y se concedía a los que menos molestias pudieran ocasionar, y contaran con el visto bueno municipal. Ahora bien, los horarios especiales desestabilizaron el sector, porque provocaron agravios comparativos entre unas salas y otras, y saturaron de oferta algunas franjas horarias en principio insólitas.

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El pacto alcanzado en diciembre entre vecinos y empresarios de discotecas ha delimitado que, en la nueva ley, el horario de cierre general sea las 7,30 de la mañana, lo que alarga una hora la norma actual. Ahora bien, también por acuerdo, se han terminado los horarios especiales. Pero, ¿qué hacer ese 11% de usuarios que estira la noche hasta las 10 de la mañana? ¿Y con los superclubs con capacidad para 5.000 personas que trabajan esencialmente de 7 a 12 de la mañana? La consejería estudia por el momento una propuesta que tiene el visto bueno de todo el sector y de la federación de vecinos: reconvertir estos locales en 'espacios multiocio'. Es decir, en salas que no sean esencialmente discotecas, sin dejar de ofrecer alternativas como la música y el baile.

Aunque la consejería advierte que 'no permitirá que solapen actividades ya contempladas en el catálogo de establecimientos'. Esto significa que no pueden estar contempladas como discotecas en este catálogo, por lo que habría que delimitar un apartado para estos locales. Además, no se permitirá el encadenamiento horario, porque, y esto ya se asume, desde las 10 de la mañana a las 6 de la tarde no podrá abrir ningún establecimiento dedicado al baile.

La propuesta de remodelación de catálogo contemplará también opciones de moda en otras comunidades, como los restaurantes que cuentan com ambientación musical o realizan exposiciones. Los cibercafés o los salones de boda también tendrán su regulación específica en este joven nuevo siglo.

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